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Falleció Alan Díaz fotoperiodista que inmortalizó a Elián González

La foto de de un aterrorizado Elián González no solo recorrió el mundo entero, sino que le mereció a Alan Díaz un Premio Pulitzer. El fotoperiodista retirado de la Associated Press, murió el pasado martes.

Alan Díaz, fotoperiodista retirado de la Associated Press, cuya foto de un aterrorizado Elián González, el niño cubano de 6 años objeto de una caldeada batalla de custodia legal, le ganó el Premio Pulitzer, falleció a los 71 años.

Aillette Rodríguez-Díaz, hija de Alan Díaz, confirmó el martes su fallecimiento. No se conocía de inmediato la causa de la muerte.“Era el rey de la familia”, dijo Rodríguez-Díaz. “Se preocupaba mucho por todos sus amigos y colegas. Su vida era la fotografía y mi madre”. La esposa de Díaz, Martha, falleció hace casi dos años.

La icónica imagen de Díaz muestra a un agente armado de inmigración frente a Elián González en su casa de La Pequeña Habana, donde vivía con familiares después que lo encontraron flotando en la costa de la Florida.

 “Alan Díaz capturó, en sus fotografías icónicas, algunos de los momentos más importantes de nuestra generación: la caldeada y acre batalla sobre la suerte de un niño cubano llamado Elián González y la imagen del funcionario de elecciones de Florida tratando de determinar la validez de boletas en disputa en las elecciones presidenciales del 2000”, dijo Sally Buzbee, directora ejecutiva de la AP.

“Tenía una voz grave y un corazón de oro, y era muy generoso con su experiencia. Y como todos los grandes fotógrafos, tenía paciencia. Podía esperar por el momento preciso”.

Díaz habló de la foto de Elián González cuando se retiró en diciembre. En ese momento era un fotógrafo independiente de la AP cuando una embarcación encontró a un niño cubano de 5 años flotando en una cámara de neumático en las aguas frente a Fort Lauderdale, el Día de Acción de Gracias de 1999.

Díaz fue el único fotógrafo que capturó el momento, cinco meses más tarde, cuando agentes de inmigración pusieron fin a la batalla por la custodia del niño al entrar a la fuerza a la casa un Viernes Santo, y le arrancaron a Elián, quien estaba aterrorizado, de los brazos de su tío en una casa de La Pequeña Habana, para enviarlo con su padre de regreso a Cuba.

En el lugar adecuado

Díaz dijo que estuvo en el lugar adecuado en el momento preciso. Había pasado meses hablando con familiares de Elián y vecinos, mientras fumaban y tomaban café, ganándose su confianza y respetando una orden del tío del niño de que no le hablara al menor.

Cuando escuchó por radio que el asalto a la casa había comenzado, Díaz saltó una cerca y un amigo de los González lo dejó entrar. Acurrucado con varios familiares en una habitación, el niño le preguntó a Díaz qué estaba sucediendo. Apuntando con su cámara hacia la puerta de la habitación, Díaz trató de calmar los temores del niño. “No pasa nada, todo va a estar bien”.

Momentos más tarde, agentes federales armados entraron a la fuerza a la habitación y encontraron al niño llorando en los brazos del cubano que lo rescató en el mar. Díaz entregó entonces la tarjeta de memoria de su cámara sin siquiera ver las imágenes: se limitó a llamar al editor de fotografía de la AP en Miami y le dijo: “Tengo la foto”.

Después que la imagen llegó a las agencias de prensa y cadenas de televisión, Díaz observó como el entonces gobernante cubano Fidel Castro y líderes de la comunidad cubanoamericana la usaron para alegar que la otra parte no tenía corazón.

“No tengo una opinión sobre esa foto. Fue una instantánea. Eso es todo”, dijo Díaz el año pasado. “Para bien o para mal, eso fue lo que sucedió esa mañana”.

La AP contrató a Díaz como fotógrafo fijo dos meses más tarde, y lo envió a cubrir cosas como el Super Bowl, huracanes, lo sucedido tras los ataques del 11 de septiembre y noticias de última hora. Cuando ganó el Premio Pulitzer en el 2001, quedó asombrado por la celebración de sus héroes en el fotoperiodismo.

“¿Joe Rosenthal quiere conocerme? Eso es grande”, dijo Díaz, quien todavía no se creía el honor de ser honrado por el fotoperiodista de la AP que tomó la icónica imagen de varios marines y un marino estadounidenses levantando un asta con la bandera de Estados Unidos sobre Iwo Jima.

Díaz nació en Nueva York de padres cubanos. Pasó su adolescencia en Cuba, conde estudió fotografía con Alberto Korda, cuya imagen del Che Guevara en 1960 llegó a convertirse en una de las fotos más reproducidas de la historia.

En 1978 se mudó a Miami y comenzó a tomar fotos en La Pequeña Habana para organizaciones y publicaciones cubanoamericanas. Una asignación memorable fue una reunión de dos líderes anticastristas y Frank Sturgis, uno de los ladrones de Watergate, quien había combatido junto Castro en Cuba antes de cambiar de bando.

Fuente: elnuevoherald.com


PUBLICADO: 04 de julio de 2018