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De sexo, métricas y video (parte I)

@perlaccs

Nadie ha quedado por fuera del escándalo del video que involucra a dos actrices y un cantante. El último salpicado fue Henrique Capriles quien, sin tener vela en el entierro, llevó lo suyo por defender -dicen unos- la intimidad de una de las afectadas, o por una equivocación del community manager –dicen otros. Lo cierto del caso es que PRODUCTO consultó la opinión de agencias de relaciones públicas sobre el manejo de crisis en este tipo de casos. Acá un análisis de todo con entrega en partes.

Entre el cielo y Google no hay nada oculto. Y es que por más años que pasen, el gigante de Internet tiene una memoria infinita y sobre esto muchas sociedades han empezado a debatir. Solo basta con irse casos como el de la chica italiana que aunque logró que Facebook y algunos motores de búsqueda reconocieran su derecho al olvido, el video de sus travesuras sexuales siguió estando en la inmensidad de la red y persiguiéndola hasta llevarla al suicidio.

Y es que el sextexting (compartir videos y fotos a través de dispositivos) es un juego peligroso, y mucho más cuando hay fama de por medio, pues es como una ruleta rusa en la que las redes sociales son el gatillo. Una vez puesta a rodar la imagen o el video el cyberacoso es el siguiente paso. Memes, comentarios y hashtags empequeñecen el mundo de quienes con o sin intensión compartieron su intimidad vía WhatApp o email. Y es que en redes sociales pareciera que la máxima no es otra que “una equivocación tuya bastará para acabarte”, y si no que lo digan los protagonistas del video del momento: Erika Schwarzgruber, Kent James y Yorgelis Delgado, cuyas reputaciones han sido mancilladas y sus cuentas en redes sociales bombardeadas.

No aclares que oscureces

Luego del desatado el escándalo una de las implicadas, Erika Schwarzgruber, por sugerencia de un asesor convocó a un live en Instagram para dar declaraciones al respecto, pero tal acción generó una reacción contraria a la esperada. ¿Por qué? Pues la acción realizada (el live) para atajar la crisis, levantó suspicacias y ahora la matriz de opinión que se maneja con respecto al video es que fue una estrategia de marketing.

Estrategia o no, el punto es que la percepción de su audiencia entorno a su declaración sobre el video fue profundamente negativa, tal como lo confirman las métricas de Brand24 y Mention.

La muestra de esta primera gráfica dice que antes de la salida del video eran escasas menciones sobre Erika Schwarzgruber, lo que pudiera interpretarse como que antes del proceso esta actriz generaba pocas conversaciones. Pero se experimenta un cambio significativo luego de la difusión en redes sociales del video, que dispara la visibilidad y genera –según esta herramienta- un sentimiento desfavorable en la audiencia y tan solo pocas reacciones en positivo.

La data aportada por el gráfico de las fuentes (source) es interesante. En este se ve como  36.8% de las informaciones generadas por el video se transformaron en imágenes (memes) y aunque en esto podría haber incidido mucho Instagram, lo llamativo es que dichas informaciones tiene a Twitter como plataforma principal (33,2%).

De acá podría concluirse que fue en esta red social donde se potenció la matriz de opinión sobre este caso, debido a que de este tipo de plataformas Twitter es el único espacio que no es autocensurable. Es decir, lo que se dice en Twitter casi está escrito en piedra, mientras que lo que se coloca en redes como Instagram o Facebook puede eliminarse. En pocas palabras en Twitter la información está en manos de otros y mientras que en las redes de Zuckerberg está en nuestras manos.

El siguiente screem es una visión general de la situación y se ve el número de menciones y el social media reach (cumulo de los posible lectores reales de la información en la que inciden los grandes medios) y las conversaciones positivas y negativas. De ambos gráficos se ve que el movimiento (conversaciones, menciones, etc.) se genera desde el momento cuando se lanza el video (26 de marzo) y luego cuando hace el live (28 de marzo). Y en la grafica se puede ver que cuando se empezaba a calmar la situación, el Instagram live volvió a levantar la polvoreda y de manera negativa.

Es aquí como el famoso axioma de “el consumidor siempre está más propenso a compartir lo negativo más que lo positivo”, se cumple y más en las redes sociales, donde la difusión de la información funcionan como una bola de nieve. Lo anterior puede explicar por qué en la grafica que muestra los sentimientos se refleja un aumento de visibilidad en negativo. Sin embargo, esto no significa que la gente odie a la actriz, sino que sus acciones generaron una percepción negativa que, con o sin intención, se potenció por los cometarios e informaciones compartidas. (Continua...)

Leer: De sexo, métricas y video  (parte II) 

 


PUBLICADO: 31 de marzo de 2017