Este mes la fundación española Acción Social por la Música y Telepizza se unieron en una ingeniosa que invita a apoyar a los niños en situación de riesgo a labrarse un futuro mejor a través de una de las más sublimes formas del arte: la música. Sin embargo, lo que pocos saben de esta estrategia que usa una caja de pizza, dos o varios Smartphones y que ha sido reseñada por muchos medios internacionales, es que fue creada por un grupo de venezolanos. PRODUCTO les cuenta los detalles.
Aquello de que en Venezuela solo se produce petróleo, misses, peloteros y chocolate está quedando atrás. La diáspora parece estar regalando al país las herramientas para una construir una identidad nacional de la que había estado huérfano. Así pues, casi que a la par del incremento de los productos de la canasta básica, a diario nos enteramos de que en el exterior arquitectos, publicistas, escritores, médicos o artistas plásticos criollos se ganan premios, cosechan fama o brillan gracias a esa dosis de ingenio, educación, y actitud aspiracional que también forman parte de nuestro gentilicio.
Recientemente, PRODUCTO supo que una de las más interesantes estrategias publicitarias implementadas en España, el Telepizzierto, fue ideada por un grupo de venezolanos entre los que se encuentra nuestra opinadora April Itriago.
Concierto en caja de pizza
Seguramente solo a un personaje de ciencia ficción como McGyver o un venezolano se le hubiera podido ocurrir el hacer un concierto uniendo una caja de pizza y un móvil. La estrategia que –según cuenta la creativa publicitaria venezolana April Itriago- buscaba aprovechar la donación que Telepizza hiciera a la fundación española Acción Social por la Música de 1 millón de cajas de pizza, se transformó pronto en una de las más aplaudidas acciones de mercadeo en la Madre Patria.
“Todo comenzó cuando la presidenta de la Fundación Acción Social por la Música, María Guerrero, me comenta que tiene esta 1 millón cajas donadas por Telepizza y no sabe qué hacer con ellas o cómo sacarle provecho. Empiezo a pensar en ello, y llamo a Aníbal Itriago –mi hermano- de Telemo Groupe y allí nos dimos cuenta de la oportunidad que se nos presentaba: convertir una caja de pizza en una caja de música. Así fue como transformamos todo aquello en un concierto en el que cualquiera puede participar a través de un celular”.
Explica Itriago que luego de tener a idea, el reto era darle forma, pues no querían convertirla en un app sino en algo más y así fue como dieron con el minisite. “Al proyecto entonces se le unieron una gran cantidad de personas que hicieron que fuera increíble. Por supuesto, todo pasó por diversos filtros y luego del estudio de factibilidad, se procedió al desarrollo y programación, y puesta a punto con Telemo Groupe”.
Comenta April Itriago que desde el diseño gráfico de la campaña, hasta la interfaz y página web estuvo en manos venezolanas con experiencia en España. “Gracias a la intervención de gente como Prato Hernández (realización, producción y postproducción) Ponlog (producción ejecutiva y vestuario) y Verónica Dichy, (sonidistaJan R+B) pudimos grabar en el Teatro Real, en 4 escenarios simultáneos, con 4 cámaras y sonido en vivo. Una locura”.
Un móvil, un instrumento
Para entrar al Telepizzierto, o más bien participar de él, se debe escanear el código QR que está en la caja de Telepizza o bien entrar a http://telepizzierto.accionmusica.es. No obstante, la experiencia tiene como requisito entrar a la dirección a través de uno o más teléfonos. “Y es que tu Smartphone se transforma en una viola, contrabajo, chelo o violín y para que la experiencia sea completa solo necesitas una caja de Telepizza, un grupo de amigos con ganas de escucharnos y ver como sus teléfonos se sincronizan como en una orquesta”.
La pieza interpretada por los niños de la Camerata de la Fundación Acción Social por la Música se sincroniza en varios teléfonos, permitiendo que cada uno de los involucrados sea un instrumento diferente. En la redacción hicimos la prueba y ver como los smartphones forman parte deFiddle-de-dee fue realmente sorprendente.
Todo fríamente calculado
Sin duda, hacer que todo se sincronice y quienes participen de la experiencia puedan sentirse parte activa del concierto fue el principal reto a resolver. “No debía ser una app móvil. Esto nos llevó a diseñar un mini site web basado en HTML5, usando una mezcla entre WebSockets y HTTP Post como base de comunicación. Y aún así, los retos aún estaban por empezar”, señala Anibal Indriago, uno de los directores de la empresa venezolana Telemo Groupe.
Dado que cada dispositivo funciona de manera diferente, y que es imposible controlar por qué red se está conectando cada participante (WiFi, 3G, 4G, etc), el primer reto a resolver – según explica- consistió en lograr la mejor sincronización entre los dispositivos, para que todos inicien el concierto al mismo tiempo. “Esto se logró determinando de la manera más precisa la diferencia en mili segundos entre el reloj del móvil y el del servidor. Con esta diferencia de tiempo calculada, cada dispositivo es ahora independiente a la hora de iniciar sin importar la latencia que existe entre el servidor y cada uno de los móviles que participan en la orquesta”.
Itriago señala que a lo anterior se le sumaba la velocidad de arranque del video en los navegadores de los móviles. “Cada reproductor de video demora un tiempo diferente en iniciar el video, inclusive en dispositivos idénticos. Para esto, se realizamos mediciones de "pre inicio" donde obtuvimos el tiempo de arranque en mili segundos. Esto nos permite iniciar los navegadores con milisegundos de diferencia, y así tratar de obtener la mejor sincronización”.
No obstante, revela Itriago que la dinámica que querían lograr necesitaba un paso más para que todo fuese “casi perfecto”. “Luego de todo eso colgamos los videos en la red, y creamos las partituras: arreglos que determinan a qué hora arranca cada una de las imágenes en función a la cantidad de los móviles que participan en el concierto, así como en qué momento se pone la pantalla en negro, en qué momento desplegamos las imágenes animadas, y en qué momento. Cada dispositivo carga su propia partitura dependiendo de la cantidad final de participantes y el tiempo que corresponde a cada músico dentro de la orquesta”.
Tan, tannnnn…
Del lanzamiento del Telepizzierto no ha pasado más de una semana, y aunque según April Itriago aún todas las cajas donadas para esta estrategia que busca dar a conocer el trabajo de la fundación no están en el mercado, y ya tienen números importantes. “Hasta ahora van 2.500 conciertos realizados, 1.600 usuarios únicos, y un promedio de 3 min 30 por sesión. Además, la estrategia ha salido reseñada en periódicos españoles y para el mes que viene Telepizza va a cerrar el Telepizzierto con la prensa en el Teatro Real”, refiere.
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PUBLICADO: 30 de mayo de 2018