Los medios impresos a escala internacional están viviendo una transición hacia la digitalización. Son muchos y muy renombrados los diarios que han migrado de la edición impresa a la digital. Es un proceso natural que todavía llevará unos cuantos años para consolidarse y dejar como cosa del pasado el diario de papel periódico, como comúnmente se le denomina. Y cuidado si finalmente el diario impreso no termina de desaparecer sino que “evoluciona” hacia otra cosa. |
En el caso de Venezuela, todavía una parte importante de la población sigue teniendo el hábito de adquirir cada mañana la prensa impresa. Y esta ha venido adaptándose a las circunstancias marcadas por el hecho de que ya es muy reducida su capacidad de dar informaciones que ya no sean del conocimiento de la colectividad, debido a la velocidad con la cual las redes sociales y los medios digitales dan las noticias de último momento. Esas que ya no esperan a que las imprentas las reflejen en las páginas de papel.
Los medios impresos son y deberían seguir siendo una realidad por mucho tiempo en nuestro país. Aún no es un proceso natural y determinante la migración casi total hacia los medios digitales. De hecho todavía la publicidad sigue teniendo en los medios impresos un espacio de primer orden, como también las grandes empresas periodísticas tanto de Caracas como del interior del país siguen apostando al periodismo impreso, a pesar desde ya tienen desarrollados buenas ediciones digitales.
Pero el control de cambios se ha convertido en el principal factor que está llevando a acelerar el pase del periodismo impreso al periodismo digital. Y mas que el control de cambios el manejo absolutamente arbitrario de la asignación de divisas para la compra de papel. Esto viene poniendo en peligro desde hace ya varios años la libre circulación de medios impresos, y ha traído como consecuencia además que los trabajadores de los medios impresos, entre ellos los periodistas, vivan sometidos a un estrés permanente ante la posibilidad de que sus empleos queden hechos trizas si las empresas no logran adquirir el papel necesario para seguir con vida.
En general los medios impresos han debido recortar la cantidad de páginas de sus ediciones y el tiraje, lo cual tiene su impacto en lo económico porque afecta el ingreso por publicidad, que es lo que finalmente garantiza la viabilidad de la empresa periodística. A diferencia de otros momentos, ya los medios impresos, por la carencia de papel, están muy limitados y no pueden generar productos alternativos como suplementos especiales, revistas o hasta la edición de folletos.
El manejo discrecional de la asignación de divisas para la compra del papel periódico es un asunto que de manera directa afecta la libertad de expresión e información, porque, aunque se argumente lo contrario y se le den vueltas al asunto, se trata de un mecanismo de presión, de condicionamiento de los contenidos. Pudiéramos decir que es el equivalente a la no renovación oportunas de las concesiones de los medios audiovisuales. En la práctica busca lo mismo: la auto regulación, la autocensura. Ha sido un mecanismo perverso, en el pasado y en el presente. En tiempos de control de cambios de las primeras cosas que se controla una es la libertad de expresión. Los periodistas de los medios impresos no solo viven la incertidumbre con respecto a si van a preservar o no sus empleos. A ello hay que sumarle el deterioro de sus salarios, ya de por si bajos, y las pocas perspectivas de que por la vía de la contratación colectiva logren obtener compensaciones importantes que les permitan mantener y mejorar su calidad de vida, en una economía sometida a un severo proceso de inflación.
Si se concreta el cierre de varios medios impresos que ha anunciado estar al límite de sus reservas de papel más periodistas ingresaran a las estadísticas de desempleo. Hasta ahora Hugo Cabezas. presiente de la Corporación Maneriro, que debe su nombre a un luchador y hombre de pensamiento libre, como lo fue el profesor y filósofo Alfredo Maneiro, fundador de la Causa R, no ha comparecido ante los llamados que ha formulado la Comisión de Medios de la Asamblea Nacional, presidida por el diputado Tomás Guanipa. Es el escenario natural y obligatorio para exponer las razones por la cuales se producen tantas restricciones a la asignación de divisas para la compra se papel.
No hay divisas, y la poca cantidad de papel que se trae es asignada también de manera discrecional y a cuenta gotas. Es el drama del periodismo impreso. Y con la drástica caída de los precios del petróleo estamos ante un panorama sumamente complicado para la prensa escrita. Ignoro cuanto es la reserva de los grandes medios impresos.
Pero la prensa regional y sus periodistas son los que más sufren. Es cierto que hay grandes prioridades como los alimentos y las medicinas, sin contar los repuestos para vehículos, cauchos, etc. Pero una sociedad sin medios impresos es sencillamente inimaginable.
Vladimir Villegas
Periodista
PUBLICADO: 25 de mayo de 2016