Sofía Imber partió a los 92 años, justo antes un día de recibir un doctorado Honoris Causa de la Universidad Simón Bolívar. Incansable y tenaz, hasta sus últimos días fue aguerrida y frontal con sus opiniones. Tras ser despedida del museo que fundó, no guardó rencor, aunque si preocupación por todo el trabajo allí resguardado por años.
“Señora del Arte”, “Mecenas de la cultura” son tan solo dos de los epítetos que en vida se supo ganar Sofía Imber. La emblemática fundadora del Museo de Arte Contemporáneo, que hasta 2001 llevó su nombre, fue sin lugar a dudas uno de los personajes más interesantes de la Venezuela contemporánea.
Tan querida, como temida y respetada fue una periodista que puso su toque personal en las secciones culturales de los periódicos del país en los que participó (El Nacional, El Universal, Últimas Noticias y 2001,) y puso su grano de arena en los medios en los que tuvo tribuna (Radio Nacional de Venezuela y Televisora Nacional, canal 5).
Nacida en Soroca, Moldavia, el 8 de mayo de 1924, llegó a Venezuela con solo 4 años (1930), razón por la cual nunca se sintió en tierra ajena. Estudió Medicina en las Universidad de los Andes, carrera que dejó en pos de lo que movía sus fibras: el arte.
Su pasión y conocimiento la llevaron a fundar en 1973 el MACC, el cual -contaba con orgullo- en un principio eran solo una galería de arte 600 metros que luego –de mucho trabajo- se convirtió en un museo de 22.000 metros y en una referencia obligada del arte en Latinoamérica, pues en él se albergaban piezas de maestros como Monet, Picasso, Kandinsky, Bacon, Léger, Rauschenberg, Calder, Dubuffet y Matisse. Su labor de 27 años solo se vio opacada con la resolución presidencial de Hugo Chávez, quien la despidió de su cargo frente a este museo.
A lo largo de su trayectoria recibió reconocimientos importantes tales como Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica (España); la “Orden de Boyacá” (Colombia); la Medalla Picasso de la Unesco y el Premio Nacional de Periodismo (Venezuela), al que se le sumaría mañana 21 de febrero, el Doctorado Honoris Causa que le otorgaría la Universidad Simón Bolívar.
En su vida privada, cuidada con mucho recelo, quedaron sus dos matrimonios (Guillermo Meneses y Carlos Rangel), sus 4 hijos y sus muchos y muy diversos amigos. Estos últimos, desde tempranas horas son quienes desde todas partes del mundo lamentan su deceso a través de las redes sociales y envían condolencias a sus familiares.
Sus exequias se realizarán en el Cementerio del Este.
PUBLICADO: 20 de febrero de 2017