Con un discurso realista, inclusivo y francamente alentador, Carlos Fernandez Gallardo (55) gremialista de larga data y reconocido empresario zuliano (Upaca, Proagro) tomó no sólo el timón de Fedecámaras, sino su propia alternativa hacia un campo para el cual está más que preparado: la política.
A lo largo de una hora que vale la pena escuchar con atención -y por eso PRODUCTO reproduce íntegro el discurso- Fernández habló ante el cenáculo del organismo, pero muy consciente del valor que sus palabras pueden alcanzar en redes sociales. Con el futuro y la modernidad a flor de labios, se permitió parafrasear a Rómulo Gallegos y también describió descarnadamente -aunque sin ser literal- el Estado Fallido en el que se ha convertido hoy Venezuela.
Defendió principios, dijo sentirse "aterrorizado" ante las sanciones "por lo que cuesta levantarlas" y puso su energía en explicar que urge hallar los caminos para cambiar la historia siendo inclusivo, dialoguista y contemporizador -si- pero también firme y decidido en que el progreso vendrá de la mano de la empresa privada y el mercado, como faros indudables del bienestar. Tiene razón: no hay otra vía que la libre iniciativa. La gente de bien lo sabe.
Vale pedir a Dios, pero sobre todo a los hombres, que Fernández sea escuchado y pueda transmitir y desarrollar sus ideas con la mira puesta en el país todo. En Fedecámaras lo acompaña un equipo en el cual confía al máximo: Adan Celis y Felipe Cappozolo como primer y segundo VP y César Guillern como tesorero. Tridente que lo ayudará a expandir el eco de lo que diga y haga en el gremio, hacia esta Venezuela castigada y desorientada, que necesita recuperar la brújula para transformar la pesadilla en sueños de prosperidad.
PUBLICADO: 25 de julio de 2021