Youtube

Venezuela sigue rezagada en Propiedad Intelectual

Mientras Brasil aplica políticas especiales de Propiedad Intelectual para emprendimientos, los pequeños empresarios venezolanos buscan mercados internacionales donde proteger sus invenciones, pues en Venezuela no se conceden patentes desde el 2003 en ningún ámbito tecnológico. Tampoco se han otorgado patentes para medicamentos en los últimos 15 años.

Brasil tiene uno de los procedimientos de patentamiento más lentos del mundo, con promedios de tramitación de hasta 11,5 años desde la presentación de una solicitud hasta su examen de patentabilidad, y retrasos aún mayores para invenciones en el área de telecomunicaciones (13,74 años) y farmacéuticas (13,27 años).

Sin embargo, comentan los abogados Esther Bergel y Ricardo Enrique Antequera en un artículo de su autoría, que desde 2017 el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial de Brasil (INPI) puso en práctica una serie de medidas para reducir los tiempos de procesamiento de solicitudes de patentes, incluyendo la contratación de nuevos examinadores  y la validez que se le otorga a los exámenes realizados por otras oficinas de patentes a nivel mundial para la misma invención.

Explican Bergel y Antequera que para el 2021, el INPI espera llegar a un promedio de 24 meses como meta desde la presentación de una solicitud de patente hasta su examen. “Este proceso es un ejemplo de avances que empiezan a ocurrir en Latinoamérica en relación con un sistema de Propiedad Intelectual al alcance de pequeñas empresas, y que puede resultar en una herramienta de competitividad para la industria nacional”, aseguran los especialistas.

La ruta es Brasil

Esta situación de retrasos históricos en materia de patentes en Brasil, no es distinta a lo que ocurre en Venezuela, según explicó Antequera a PRODUCTO. En Venezuela no se conceden patentes desde el 2003 en ningún ámbito tecnológico. “También falta personal calificado dentro del SAPI para el examen de patentabilidad en todas las ramas de tecnología”, asegura el abogado.

A juicio de Antequera, Brasil es el camino que debe transitar Venezuela, sobre todo en lo que respecta a las políticas que está aplicando el gigante suramericano sobre las solicitudes de patentes que han sido presentadas, examinadas y validadas en otros países. “¿Por qué no favorecerme de esos exámenes ya realizados?”, se pregunta el abogado y recuerda que existe la iniciativa regional Prosur, que busca interconectar a todas las oficinas de Propiedad Intelectual de Suramérica justamente para eso.

Una solicitud de patente que ya ha sido examinada en 100 países y tiene concesión en todos ellos, no es clara para el examinador venezolano, señala Antequera. Para el abogado, pareciera existir una tendencia anti sistema de patentes con la intención de favorecer la apropiación social del conocimiento en lugar de otorgar derechos de exclusiva.

¿El emprendedor venezolano debe buscar alternativas fuera del país para patentar sus invenciones?

Es lo que está pasando. Tenemos una cantidad de clientes que lamentablemente no presentan sus solicitudes de patente en Venezuela porque saben que no van a llegar a nada. Lo hacen en otros países donde tendrán derechos de exclusiva.

¿Qué tipos de emprendimientos se han visto detenidos en Venezuela por este motivo?

Telecomunicaciones y muchos otros en materia petrolera. Seguimos siendo un país que desarrolla tecnología dentro de la industria petrolera. Buscan alternativas de protección en mercados internacionales como Estados Unidos, Canadá o Colombia.

Finalmente el que pierde es el país

Así es. El sistema de patentes es el mecanismo ideal para promover el emprendimiento, la creatividad y las soluciones a problemas del día a día. Si ese esquema de Propiedad Intelectual es ajeno al emprendimiento, no nos estamos favoreciendo como país. ¿Para qué voy a inventar si no voy a tener un retorno económico? Debemos modernizar el sistema de Propiedad Intelectual, dotándolo del recurso humano calificado y de un parque jurídico adecuado a las circunstancias, acompañado además de políticas públicas que pongan el sistema de Propiedad Intelectual a disposición del pequeño empresario.

¿A dónde nos ha llevado esta situación, por ejemplo en el tema Covid-19?

No hemos otorgado patentes sobre medicamentos en los últimos 15 años. ¿Conseguimos el medicamento? No. ¿Tenemos la capacidad tecnológica instalada para producirlo? Tampoco. En Venezuela no se producen antivirales para HIV, por ejemplo. No tenemos la patente, ni la capacidad tecnológica porque no la promovimos para fabricarlo internamente. Tenemos que salir a los mercados internacionales a comprarlos. Por no tener patente del Remdesivir en Venezuela, se lo vamos a tener que comprar a Gilead Pharmaceuticals al precio del mercado internacional. ¿Dónde está el beneficio económico y para los ciudadanos? ¿Conseguimos mejores medicamentos y mejores precios? Son las preguntas que tenemos que hacer.

 


PUBLICADO: 14 de septiembre de 2020