“Pese a la ola de ataques que ha sufrido el Complejo Editorial Alfredo Maneiro, CEAM, el Gobierno Nacional ha cumplido con la entrega de papel periódico a diarios de circulación en el país”. De esta forma el Minci salía al paso, en octubre de 2014, a los señalamientos que desde los gremios editorial y periodístico se hacían por las fallas en el suministro de papel y que menguaron la presencia en el país de medios impresos independientes del Gobierno.
Lo cierto es que unos 40 medios a nivel nacional se han visto afectados por la situación. De hecho, entre agosto de 2013 y abril de este año se registró el cese de la circulación en el país de una docena de periódicos, según las estimaciones del Instituto Prensa y Sociedad (Ipys). La causa, la ausencia de su principal insumo: el papel prensa. Esta semana se sumó a la lista el diario “El Carabobeño” al anunciar que su inventario de papel solo le permite circular hasta el miércoles 24 de junio, porque nunca logró normalizar el suministro por parte del CEAM.
“Si tenemos que cerrar por falta de papel, será con la frente en alto, sin cambiar la línea”, sentenció este viernes Carolina González, jefa de Redacción de "El Carabobeño", al anunciar que cesará la circulación de ese diario regional.
¿Por qué ocurre esto? El proceso de importación del papel prensa, un producto que no se manufactura en el país, pasó de ser ejecutado por los medios a ser centralizado por el Estado y su brazo ejecutor es el CEAM. Esta situación ha agudizado la crisis de papel y, en consecuencia, de los periódicos que, en general, han debido reducir su paginación, eliminar suplementos y acortar el ámbito de circulación, entre otras medidas drásticas para sostenerse en un complicado contexto económico y político.
La situación ha llevado a que cerca de 80% de los periódicos acudan al CEAM para obtener los insumos que necesitan, pero no necesariamente para conseguirlos en las cantidades y con la regularidad esperada.
Cambio en las reglas de juego
Los periódicos para hacer sus compras recurrían a proveedores locales –que eran importadores- y algunos lo hacían directamente ante proveedores en el exterior, para lo cual debían presentarse a Cadivi para los trámites de rigor. En principio, este proceso ocurría con fluidez dentro de lo establecido en el control cambiario que rige en Venezuela desde 2003. Pero las reglas del juego cambiaron en medio de fuertes tensiones con el Gobierno por las líneas editoriales de diversos medios de comunicación.
En 2012 el Ejecutivo modificó las normas que regían la asignación de las divisas. En esencia sacó varios rubros de la lista de códigos arancelarios considerados prioritarios. Así, en la Gaceta Oficial 39.980 se estableció que para importar papel prensa a la tasa oficial vigente entonces, de Bs 4,30 por dólar, el Ministerio de Industrias debía emitir primero un certificado de no producción o de producción nacional insuficiente. Se trataba de una alcabala adicional para acceder a los dólares.
A partir de entonces los retrasos en las emisiones de estos certificados se fueron incrementando y, con ello, crecía el riesgo constante de que se agotaran las existencias de papel y de que los medios no pudieran seguir imprimiendo sus ediciones. En el último trimestre de 2013 algunos voceros del Bloque de Prensa indicaron que el atraso en la entrega de los certificados sobrepasaba los 90 días.
No hay dólares
El camino se hizo más cuesta arriba cuando se comenzaron a acumular las liquidaciones de divisas aprobadas, divisas con las cuales los periódicos debían pagar los lotes de papel que importaron. Una película similar a la que se repite en todos los sectores que importan insumos y materias primas en el país, y que suele culminar con la decisión de los proveedores externos de cortar sus líneas de crédito a los clientes venezolanos por lo incierto de los pagos.
En el primer trimestre de 2014 los periódicos enfrentaban otra dificultad tras ser remitidos al Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) para que tramitaran los dólares que requerían, con lo cual dejaron de formar parte de los sectores que optaban a la tasa preferencial de Bs 6,30 por dólar y debían pagar las divisas a una tasa cercana a Bs 11.
Además del encarecimiento directo en los costos de la prensa, esta decisión del Gobierno no ofrecía opciones con respecto a las liquidaciones de divisas pendientes y que habían sido aprobadas a Bs 6,30 para pagar una mercancía que incluso ya había sido consumida.
Esta progresiva restricción del acceso a las divisas para los medios de comunicación ocurrió en un contexto donde los precios del petróleo cerraron en promedio de 98,08 dólares por barril en 2013 y de 88,42 dólares en 2014; muy lejos de los 49,31 dólares que promedia la cesta petrolera en lo que va de 2015.
La mutación de la Corporación Maneiro
La Presidencia de la República emitió un decreto, en la Gaceta 40.168 de fecha 16 de mayo de 2013, mediante el cual se autorizó la creación de una Empresa del Estado, bajo la forma de Sociedad Anónima, denominada “«Complejo Editorial Alfredo Maneiro, S.A.», pudiendo utilizar a todos los efectos la abreviatura «CEAM», la cual podrá funcionar como empresa matriz”.
Este nuevo ente venía a consolidar la estrategia comunicacional del Estado, según lo que se indicaba en el citado decreto. No obstante, el rol del CEAM comenzó a cambiar aceleradamente, en particular ante el hecho de que los periódicos no tenían un acceso fluido a los dólares ni opciones para comprar con bolívares los insumos que necesitaban.
En este contexto el Complejo Alfredo Maneiro apareció en escena como el único proveedor local que podía suministrar papel prensa pagado con moneda local.
El 13 de junio de 2013, en la Gaceta Oficial 40.184, fue publicada la resolución con el nombramiento de Hugo Cabezas como presidente del CEAM, quien no ha dejado de declarar desde entonces que ese organismo “vende el papel periódico que necesitan los periódicos del país”. Él, personalmente, hizo varios despachos de papel a medios emblemáticos como una forma de mostrar públicamente que las bobinas llegaban a las rotativas de los diarios.
Otro hito importante en la corta historia de esta corporación es el hecho de que en la Gaceta Oficial 40.346, de fecha 31 de enero de 2014, la adscripción del organismo pasó del Ministerio de Comunicación e Información al Ministerio del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno.
Las promesas
La semana pasada Cabezas participó en un evento con la Cámara Venezolana de Periódicos y en el encuentro, según reseña del "Diario de Los Andes", expresó que “a nadie se le ha impuesto cambiar sus líneas editoriales, ni ser complacientes o suaves con las críticas hacia nuestro gobierno”.
El mismo periódico indica que Cabezas comentó “sobre algunos casos anteriores que se habían dado en cuanto a la asignación de divisas para la compra de papel periódico e insumos, y la adquisición de esos productos no se dio como tal, dándose situaciones inclusive en la venta del papel a sobreprecio a periódicos regionales”.
La reseña destaca que “el CEAM atiende a 107 periódicos en el país. En 2014 se repartieron 13.687 toneladas de papel y se publicaron 848.605 ejemplares de periódicos. En lo que va de 2015 se han dado 6.077 toneladas, según cifras del organismo”.
Cabezas agregó que está a la espera de la firma, por parte del Presidente Nicolás Maduro, “de un punto de cuenta en divisas que garantizaría el papel de prensa hasta mediados de 2016, así como la adquisición de planchas y otros insumos. Estamos haciendo esfuerzos para que antes de que termine este año todo vuelva a la normalidad”.
Años atrás el Estado había previsto una solución endógena al tema del papel prensa: crear un complejo industrial de pulpa y papel que atendiera en buena medida las necesidades del mercado local. En 2005 se planteó la construcción de la Planta de Pulpa y Papel (Pulpaca) que llegaría, con solo su primera línea de producción, a ofrecer 250 mil toneladas de papel prensa al año. El proyecto debía ejecutarse entre febrero de 2006 y octubre de 2010, pero Pulpaca en la actualidad sigue siendo un proyecto con muy pocos avances y altos costos.
PUBLICADO: 20 de junio de 2015