Una de las formas más perversas de descapitalización que padece Venezuela es la fuga de talentos. Según el sociólogo Ricardo Ríos, presidente de la consultora Poder & Estrategia, la situación ya puede ser calificada como un éxodo.
Hay una enorme pérdida emocional en la sociedad por la separación de familias completas, pero también un costo económico muy difícil de recuperar. Ríos precisa que, en cifras conservadoras, han emigrado 800.000 jóvenes profesionales en los últimos 10 años, que generan pérdidas al país por muchas vías, entre ellas el costo invertido por el Estado en su formación y el aporte al Producto Interno Bruto (PIB) que dejan de generar.
El presidente de Poder & Estrategia estima que el país ha perdido unos 80.000 millones de dólares en esta década, solo como resultado de la inversión educativa que se ha hecho productiva en otros mercados.
"La ecuación es simple. Si la pérdida se define por el costo de formar un profesional solamente, según la especialidad y en cifras oficiales, se puede decir que el Estado invierte, en promedio, unos 100.000 dólares en cada profesional que egresa del sistema universitario -aunque formar un médico cuesta efectivamente 250.000 dólares-. Si decimos que se han ido 800.000 profesionales, ahí está la estimación de pérdida de 80.000 millones de dólares", dice Ríos.
PUBLICADO: 28 de junio de 2016