Esta compañía aeroespacial estadounidense no sólo crea un nuevo pilar en su estructura, sino que diversifica su negocio apuntando a llegar a la meta de alcanzar los 50.000 millones de colares en ventas para 2025
Boing está en sintonía con los nuevos tiempos, de eso no cabe duda, pues los hechos así lo confirman. La compañía aeroespacial dio un vuelco a sus estructura organizativa y creó recientemente un tercer pilar dedicado a los servicios globales y pone al nivel de las divisiones de aviación comercial y de defensa y espacial. La multinacional aprovechó el cambio para colocar a Kevin McAllister –un veterano del sector-como será sucesor de Ray Conner y responsable de la unidad que fabrica los aviones de pasajeros B737, B747, B777 y B787.
La creación de esta nueva unidad se lleva preparando desde hace tiempo para así poder diversificar su negocio más allá de ensamblar aviones, cazas militares o cohetes. Los servicios y componentes generan, en principio, ingresos más estables porque no están sujetos a los altos y bajos en la producción. Además, como explica su consejero delegado, Dennis Muilenburg, es cada vez más lucrativo.
Esta nueva división, que tendrá su sede en Dallas, parte con una cifra de negocio de 15.000 millones de dólares en el ejercicio 2015. El plan de Muilenburg es triplicar las ventas hasta alcanzar los 50.000 millones en 2025. “Hay mucho margen para crecer”, aseguro el máximo ejecutivo de Boeing. La corporación se come menos del 10% del mercado global tanto en los servicios civiles como de defensa.
El cambio estructural llevará un año completarlo. El ajuste en la cúpula directiva, sin embargo, será inmediato. Kevin McAllister es un antiguo ejecutivo de General Electric, uno de los suministradores de motores de sus aviones. Los dos conglomerados industriales tienen una estrecha relación, que se refuerza. Su gran reto será elevar la producción del B737, la introducción del B777X y decidir qué hace con el Jumbo.
Boeing está en proceso, además, de decidir si diseña un nuevo avión para rutas de recorrido medio que cubra el hueco del B767. Esa nueva aeronave no estaría lista hasta 2025 como pronto. La división de aviones comerciales genera actualmente dos terceras partes de los ingresos anuales de la compañía y estratégicamente es clave también para la compañía por la visibilidad que da al conjunto.
Le nueva unidad de servicios globales, que aglutina los grupos de atención al cliente de aviones comerciales, defensa, espacio y seguridad, estará dirigida por Stan Deal, un veterano de Boeing. Lo que está por ver es cómo todo esto afecta a los suministradores de componentes, ya que buena parte de su modelo de negocio se sustenta por las piezas de recambio que venden después a las aerolíneas para el mantenimiento.
PUBLICADO: 24 de noviembre de 2016