El uso de controles en establecimientos para la adquisición de los productos regulados, es el caso de las compras por número de cédula según el día de la semana y el uso de las captahuellas, ha generado consecuencias para el consumidor, pero también en la operatividad de los establecimientos comerciales.
Cipriana Ramos, presidenta de Consecomercio, señaló que debido a esta exigencia gubernamental se han tenido que incrementar puestos de trabajo, pero además los trabajadores se encuentran con el rechazo del consumidor a presentar su cédula de identidad y a marcar su huella dactilar. “Esto ha generado muchos inconvenientes, porque el consumo no puede ser igual para todas las personas. Una enfermera no puede salirse de su trabajo para ir a comprar porque le toca ese día”, agregó.
Estas restricciones han sido establecidas como una medida para evitar las colas a las puertas de los establecimientos para la compra de productos que escasean en el mercado y que solo se pueden adquirir de esta forma. Ramos destacó que el tema de las colas también ha generado que los empleados pasen de la pasión por el trabajo al estrés laboral. “Está costando mucho mantener al trabajador con disposición a atender colas tan largas, cuando ni siquiera están los productos. El empleado también siente el estrés que siente el empresario”.
No obstante, para el viceministro del Sistema Integrado de Inspección Laboral y Seguridad Social, Menry Fernández, el tema de las colas no está relacionado a un problema de desabastecimiento. En el marco del seminario de Actualidad Laboral celebrado el 27 de mayo en Caracas, atribuyó esta situación al “alto poder adquisitivo” del venezolano.
Por otra parte, la presidenta de Consecomercio señaló que producto de las inspecciones del gobierno en los establecimientos privados, “todos los anaqueles deben estar cubiertos porque de lo contrario se está sujeto a sanciones”. En consecuencia, los anaqueles se llenan con los pocos artículos existentes en el inventario, desapareciendo la competencia entre marcas.
“Hay un problema que es la confianza, ni el gobierno confía en el empresario ni el empresario en el gobierno; pero tampoco el consumidor en el producto que va a adquirir. Lo importante es que se recupere la confianza”, subrayó.
Inactividad portuaria
En el seminario de Actualidad Laboral, la presidenta del gremio comercial manifestó particular preocupación por el sector aduanero-portuario: “En cualquier momento bajará las santamarías. La actividad portuaria cerrará el primer semestre con alta inoperatividad”. Lamentó que no se esté activando el aparato productivo para comenzar a exportar.
PUBLICADO: 28 de mayo de 2015