En 2009 el ex presidente Hugo Chávez, dio inicio a lo que posteriormente sería un cambio sustantivo en materia de propiedad intelectual e industrial en Venezuela. Durante el programa dominical Aló Presidente, Chávez emplazó al entonces ministro de Ciencias, Tecnología e Industrias Intermedias, Jesse Chacón, a revisar todo el contenido del marco legal y de funcionamiento en materia de propiedad intelectual e industrial en el país.
Chávez quería saber por qué el Estado no producía envases para productos de larga duración, a lo que Chacón respondió que se trataba de un asunto de patentes con las que el Estado no contaba.
La inquietud del ex mandatario dio paso a un proceso de cambios en los aspectos jurídicos y prácticos que están relacionados con la propiedad industrial en Venezuela.
Trabas burocráticas para solicitudes de registro de marcas y patentes, una nueva Ley de Timbre Fiscal que establece la discriminación entre empresas nacionales e internacionales para los pagos por servicios de propiedad industrial, así como los incumplimientos de las normativas regionales suscritas por el Estado, convirtieron a Venezuela en el país más atrasado en materia de propiedad intelectual e industrial en Latinoamérica y es la jurisdicción más cara de América por las tasas en dólares.
Para Ricardo Enrique Antequera, abogado especialista y director del Departamento de licencias y patentes del estudio Antequera Parilli & Rodríguez, “el retroceso desde el punto de vista legislativo y desde el punto de vista práctico ha sido muy notable en la propiedad industrial”.
“Nace de una decisión administrativa, y simplemente política, de acuñar la frase de apropiación social del conocimiento que obviamente va en contra de la propiedad intelectual. Específicamente se lleva a cabo a través de la no concesión de patentes de invención y de diseño industrial”, explica Antequera.
Son dos las vertientes que conforman la concepción jurídica de la propiedad intelectual: el derecho de autor y la propiedad industrial. La situación actual de este aspecto fundamental en el funcionamiento de la actividad comercial de cualquier país, deja mucho que desear en el caso venezolano.
“Venezuela dejó de aplicar como miembro de la Comunidad Andina en 2008 y el mercado internacional reaccionó ante los cambios legislativos. En 2009, el promedio de solicitudes de patentes al año fue de aproximadamente 2.400 solicitudes. Estábamos al nivel de nuestros pares, como Colombia. Luego del cambio legislativo y la renuncia a la CAN pasamos a 1.857 solicitudes. En 2011, 1.800 solicitudes; en 2012, 1.700 solicitudes; y en 2014, 1.600. Más de 900 solicitudes se han dejado de presentar en un lapso de 7 años”, añade.
Según el Boletín 555 de la Propiedad Industrial, que publica el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI), hasta el mes de marzo del 2015, es decir, hace exactamente un año, el ente encargado registró 436 solicitudes de marcas. En la sección de patentes de invención devueltas por requisitos administrativos la cifra es de 37 solicitudes devueltas. En la categoría de patentes de diseño industrial devueltas, la cifra es de 2 solicitudes con ese estatus.
Las patentes sin efectos por vencimiento del término de invención, al término del 2015 fueron de 1.901; las patentes sin efecto por el vencimiento del término de mejoras, 14; las patentes sin efecto por vencimiento del término de modelo industrial, 6; y las patentes sin efecto por vencimiento del término de diseño industrial, 48. En la categoría de patentes sin efectos por vencimiento del término de introducción, la cifra es de 4 patentes.
Para Antequera es de vital importancia establecer reglas claras que regulen la actividad de la propiedad industrial en el país que promuevan la inversión. “Si no entendemos lo que significa la propiedad intelectual como herramienta de competitividad en los mercados internacionales, es poco lo que podemos hacer. El promedio de solicitudes de patentes por cada millón de habitantes en Estados Unidos en 2014 fue de 856 solicitudes; en Japón, 2.250; en Corea del Sur, 2.962; en Alemania, 902 solicitudes: y en China 396. En Venezuela, el promedio al 2014 fue de 3 solicitudes”.
PUBLICADO: 03 de marzo de 2016