Grandes firmas de anunciantes, agencias de publicidad y departamentos de gobierno han retirado sus avisos, por no tener que mostrarse al lado de contenidos sexuales y fuera de lugar para todos. Los expertos aseguran que a partir de esta acción de las empresas habrá un antes y un después en lo referente a la publicidad programada
El exceso de material ofensivo está obligando a organizaciones multinacionales a tomar la decisión de iniciar un boicot publicitario a las tres marcas más significativas en Internet: YouTube, Google y Facebook. Y es que a pesar de que estas afirman estar trabajando para solventar el problema, no se han percibido grandes resultados positivos, lo que ha causado la cancelación de avisos por parte de compañías, por no querer aparecer junto al sin número de materiales extremistas.
Categorizado como plaga, el material se ha seguido expandiendo sin medir las consecuencias. La BBC ha alertado a Facebook acerca de la existencia de más de 98 páginas encargadas de promover la pedofilia, y que aún teniendo al lado el botón de reportar, solo se han eliminado 18 tras ser consideradas ofensivas.
Por su parte, Google quien prácticamente adquierela totalidad de sus ingresos de la publicidad, no sabe que más hacer para solucionar dicho inconveniente, sin embargo ha puesto en marcha un plan para intentar parar el proceso mediante el cual los avisos importantes puedan presentarse junto a material irritante.
El estallido
La acción en masa se produjo después de que el gobierno británico y el periódico The Guardian hicieron público las presiones sobre YouTube para que vigile el contenido en su plataforma, retirando anuncios del sitio de videos porque aparecieron junto a clips que consideran inapropiados. Ronan Harris, director ejecutivo de Google en el Reino Unido, dijo en la entrada de blog que el año pasado Google eliminó cerca de 2.000 millones de anuncios ofensivos de sus plataformas y que también puso en la lista negra a 100.000 editores del programa AdSense de la compañía. A pesar de esto, Harris escribió en el blog, "no siempre lo hacemos correctamente".
Dijo que Google escuchó "en voz alta y claramente de sus anunciantes que podemos ofrecer formas más simples y más contundentes de evitar que sus avisos publicitarios aparezcan al lado de contenido polémico".
La compañía ahora revisará sus políticas y dijo que haría cambios "en las próximas semanas" para poder evitar que los anuncios de los clientes aparezcan en sitios web objetables o al lado de videos ofensivos, dijo Harris.
Los anuncios aparecieron "junto a vídeos extremistas y llenos de odio", lo que llevó a Guardian News & Media a interrumpir la publicidad a través de Google, la sociedad matriz de YouTube, dijo la casa editora británica en una declaración enviada por correo electrónico el pasado viernes. El gobierno del Reino Unido dijo que suspendió la publicidad en YouTube hasta que el sitio pueda garantizar que no serán colocados junto a contenido que no aprueba.
"Google es responsable de garantizar que se cumplan los altos estándares aplicados a la publicidad gubernamental y que los anuncios no aparezcan junto a contenidos inapropiados", dijo el gobierno del Reino Unido en un comunicado por correo electrónico. "Hemos establecido una restricción temporal en nuestra publicidad de YouTube a la espera de garantías por parte de Google de que los mensajes del gobierno pueden distribuirse de una manera segura y apropiada".
El boicot pone de manifiesto una creciente reacción adversa contra el llamado comercio programático, que automatiza la compra y venta de publicidad online, y contra los proveedores de medios sociales a los que se reprocha no esforzarse lo suficiente por hacer frente al odio diseminado en sus plataformas.
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PUBLICADO: 20 de marzo de 2017