Las aerolíneas toman acciones concretas para dinamizar el mercado y empiezan por eliminar las tarifas de cambio, con las que obtenían miles de millones de dólares al año
La industria aeronáutica era uno de los sectores más prósperos a nivel mundial antes de la pandemia. Sólo en 2019 generó 2 mil 800 millones de dólares por venta de boletos, cancelaciones de vuelos y excesos de equipaje entre otros ingresos, como las tarifas de cambio que podían alcanzar los 200 dólares por persona por vuelo, con ellas obtenían miles de millones de dólares anualmente.
Sin embargo, debido a la paralización de los aeropuertos y la restricción de vuelos, más de una docena de compañías aéreas sucumbieron ante el impacto negativo que el Covid-19 ha dejado a su paso.
Al inicio de la cuarentena mundial, United Airlines, Delta Airlines y American Airlines exoneraron a sus pasajeros del pago por concepto de cambios en sus planes de vuelo. Ahora, seis meses después, las aerolíneas necesitan recuperar el tiempo perdido, por lo que se habla de eliminar permanentemente este costo.
Según cifras de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) el sector registra 84 mil millones de dólares en pérdidas producto de un descenso del 95% en el tráfico aéreo; aproximadamente 7.5 millones de vuelos cancelados, 16 aerolíneas en bancarrota o en cese de sus actividades y, lo peor, aún sin vislumbrar el cese de la pandemia.
Volaron las tarifas de cambio
Frente a este panorama, United Airlines tomó la delantera anunciando recientemente su intención de no cobrar por las cancelaciones de vuelos, luego de consultar a sus clientes sobre los aspectos que desearían mejorar al término de la pandemia. Para Scott Kirby, director ejecutivo de United, estas son “decisiones difíciles que hay que tomar en momentos difíciles. United Airlines no seguirá el mismo manual de estrategias cuando salgamos de esta crisis”, aseguró.
Rápidamente, Delta y American se sumaron a la medida de United anunciando la eliminación de las tarifas de cambio. En palabras del presidente ejecutivo de Delta, Ed Bastian, “esto permitirá abordar la flexibilidad en los viajes de manera diferente a como se ha venido haciendo, pues garantiza mayor amplitud y libertad a la hora de reservar un boleto”. Por su parte el director de Ingresos de American, Vasu Raja, señaló que esta decisión les aporta más ventajas y facilidad a sus pasajeros.
Esto podría leerse como el inicio de un equilibrio igualitario entre las aerolíneas y los viajeros, porque al eliminar estas tarifas tan lucrativas, los clientes tienen el poder de elegir cuándo, cómo y a dónde viajar sin penalidad alguna.
Viajar por placer
Si se revisan las tarifas pre pandemia, se observa que los viajes de negocio representaban para las aerolíneas el mayor ingreso, pero en agosto sólo ocuparon alrededor del 5% en reservas. Con la inserción del teletrabajo y las reuniones a través de plataformas digitales, se demostró que las negociaciones pueden cerrarse de manera exitosa por vía digital.
Se espera que ahora las aerolíneas dependan mucho más que antes de los viajeros por placer. Con ello podrían modificarse las denominadas temporadas alta y baja, pues el momento de viaje dependería de la organización personal, las restricciones de tránsito interestatales y las nuevas reglas de convivencia, por lo que el tiempo de vacaciones ya no estará atado a una época específica ni a destinos naturales.
Al cierre de esta nota, en Venezuela no hay información de parte de las aerolíneas que operan en el país, sobre alguna intención de sumarse a la exoneración del cobro de las tarifas por cambio de itinerario. Habrá que esperar al reinicio de las operaciones, que tampoco tienen aún fecha en el calendario.
PUBLICADO: 02 de septiembre de 2020