Verde es sin duda por el color corporativo que identifica a la entidad financiera. Verde es por los dólares. Y porque hasta sus puntos son verdes. Pero el Presidente Ejecutivo de la entidad financiera, Jose Grasso Vecchio, jura que es por el sentir ecológico de la marca y explica a PRODUCTO cómo funciona ahora su tarjeta en divisas
Para la firma de análisis y asesoría económica Ecoanalítica, más del 53% de las transacciones del valor total del mercado bancario se hicieron en noviembre dólares. Para la Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria (VenAmCham), 46% de las compras que hicieron los venezolanos en enero de 2021 fueron en verdes. Y el 98% de las transacciones bancarias se hacen desde hace más de un año por vía digital, según Banesco.
Se entiende entonces que la banca haya sido autorizada en septiembre de 2020 a abrir cuentas en dólares. Bancamiga tiene la suya. También el BNC (antes Banco Nacional de Crédito), ambas con servicio de tarjeta de débido en su portafolio. Provincial, Bancaribe, Mercantil, Banco Occidental de Descuento (BOD), Banplus, Banco Plaza, Banco Exterior, Banco de Venezuela, Banco Bicentenario, Banco Activo. Y por supuesto el Banco del Tesoro.
La de Banesco es verde. Y no precisamente por el color de los billetes, dicen ellos, sino porque la agencia publicitaria –cuyo nombre nadie quiere revelar, lástima, porque creatividad no le ha faltado y en PRODUCTO sabemos que sería La Cocina de Florencio Ross- se empeñó en jugar con uno de los puntos de honor del banco de Juan Carlos Escotet: el sentir ecológico.
Está claro que verde es sin duda por el color corporativo que identifica a la entidad financiera. Verde es por los dólares. Y porque hasta sus puntos son verdes.
Pero sea el color que sea, para el Presidente Ejecutivo de Banesco, José Grasso Vecchio, las cuentas en divisas es la manera que tiene el sector para adaptarse a la nueva realidad, para no perder clientes y para sobrevivir.
Según él, la forma de operar es sencilla: se reciben depósitos en divisas, se emiten retiros en dólares y, al momento de realizar la transacción en el comercio, el cliente vende sus dólares al banco, que deposita en bolívares a la cuenta comercial requerida.
Todo ello, claro, con el cambio oficial del Banco Central de Venezuela, regulado por la Superintendencia de Bancos Sudeban.
La de Banesco está a disposición de clientes naturales y jurídicos desde el año pasado, y sin la emisión de un nuevo plástico, así que se puede utilizar la misma tarjeta de siempre. ¿Será por eso que es tan ecológica?
Los clientes que tienen seis meses de antigüedad en el banco, y cuenten con su expediente al día, natural o jurídico, pueden abrir la cuenta vía on line y luego “fondearla” de manera presencial en una de las 44 agencias habilitadas para eso con depósitos de divisas en efectivo.
Ofrecen retiros en efectivo con límites para las personas naturales desde 100 hasta 1.000 dólares. Y las jurídicas hasta 30 mil dólares, bajo la promesa de ser incrementados a partir del mes de marzo.
¿Qué hace el banco con esas divisas? Las que están en la cuenta, custodiarlas y guardarlas como quien las tiene en el colchón. Y las que se venden, el banco las transa en una mesa de dinero, así que las divisas vuelven al mercado. “Dólar que el banco compra, dólar que vende, porque eso alimenta el mercado”, aclara Grasso.
Hasta el momento la cuenta verde no se vincula con Banesco Panamá, pero sí que está planteado a futuro. Al menos ese es el deseo de Grasso Vechio, que los clientes puedan recibir remesas y transferencias de dinero provenientes de cualquier país.
“Lo ideal es que esta cuenta también sirva en algún momento para realizar pagos internacionales, eso significaría volver a un mercado abierto donde puedas comprar, vender y transar en dólares o bolívares de forma digital según tu conveniencia, pero primero hay muchas cosas que resolver”, reflexiona él en voz alta.
Y para que la tarjeta no se convierta en roja, Grasso advierte que la seguridad va migrando a la par del delito. Y aunque se hagan alertas de evitar engaños y no contestar correos electrónicos de los cuales se desconozca su procedencia, la última palabra siempre la tiene el cliente que es a quien le ocurre el fraude. “Nosotros tenemos un equipo de seguridad muy robusto que está trabajando en reforzar la seguridad en las agencias para la tranquilidad de nuestros clientes”, acota el ejecutivo.
El Presidente ejecutivo de la entidad verde, hace una invitación a la tranquilidad responsabilizando a la institución financiera que preside sobre cualquier tipo de eventualidad que vaya en detrimento de los ahorros del cliente. “Deben tener toda la tranquilidad y la seguridad de que sus depósitos están custodiados. Además hay mucha supervisión por parte de Sudeban y Banco Central de Venezuela que actúan de manera diaria con reportes y monitoreo”, finaliza.
PUBLICADO: 03 de marzo de 2021