A 100 años de su nacimiento, el gran cineasta italiano fallecido en 1993, recibe en Argentina un particular homenaje. Y una joven diseñadora de arte, con un afiche espectacular, se lleva el primer premio: un viaje a Roma para conocer el mundo Fellini.
El mundo en pandemia se recompone como puede. Por eso, aunque el centésimo aniversario del nacimiento de Federico Fellini (Rímini, Emilia Romagna, 20-01-1920 / Roma 31-10-1993) se celebró el año pasado en Italia y todo el mundo, algunas actividades prosiguen todavía.
En Argentina, por ejemplo –donde el gran mago del cine universal es no sólo es reconocido, sino mitificado- se exhibe ahora una muestra de afiches y cortos cinematográficos en su homenaje, creados en un certamen creativo de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, del que participaron más de 70 profesionales egresados de esa casa. Fue auspiciado por la Embajada de Italia y hubo entre los jurados diseñadores y creativos italianos. Todo de primer nivel. La exposición en el Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires termina el 2 de mayo.
PRODUCTO ofrece a sus lectores el afiche ganador del primer premio, de la novel diseñadora gráfica Victoria Vicky Martínez (28) que gestó una obra felliniana con retazos de las películas del Maestro, principalmente 8 y ½, recogiendo como concepto básico una idea de FF: “todo arte es autobiográfico”. La autora -en la foto con su padre- nació justo en el año en que Fellini murió; y ella asegura que su obra es “en homenaje al mito”. Queda todo dicho, porque hace medio siglo ya Fellini era Dios, particularmente en Argentina.
Pero Vicky dice más: explica que pensó primero en trabajar sobre La Dolce Vita -film emblemático- pero se decantó por 8 y ½ “donde el protagonista es un director frustrado”, porque le pareció que Fellini no había hecho sino “filmar el documental de su vida”. Muy cierto.
Por eso está en su afiche la figura con el látigo que se enreda en las piernas de una imagen voladora. Y quien lo esgrime es un hombre allá arriba, al borde del abismo, que termina domando la realidad y haciendo aterrizar al personaje. Una verdad soñada que Fellini seguramente aplaudiría, aunque él, en sus creaciones maravillosas, aventurando incertidumbres, solía confundir realidades con sueños. Vicky Martínez, con su arte, lo confirma y lo desmiente a la vez. Muy felliniana ella.
Federico, un cineasta único, fue padre de Los Inútiles, La Strada, La Dolce Vita, 8 y ½, Giulietta de los Espíritus, Amarcord, Y la Nave Va, Ginger y Fred… sólo por citar algunas, como dice ese lugar común del periodismo. Pero hablando en blanco y negro -preferido por Fellini para filmar- ninguna de las mencionadas escapa a ser calificada como absoluta obra de arte. Quien no lo sepa, que las vea. Para eso existen youtube y Netflix.
Mientras, Martínez saborea su victoria. Se prepara para visitar Roma de la mano de gentes que le presentarán en vivo al mito, la harán visitar lo que queda de Cinecitta en la via Tuscolana, tal vez la inviten a la tratoría Dal Toscano, en el barrio de Prati, donde el Maestro almorzaba a diario –muchas veces con Marcello Mastroiani- y le cumplirán el sueño de conocer en directo al Genio que, como todos los grandes, vive en la realidad de su arte inmortal.
PUBLICADO: 24 de abril de 2021