La aplicación venezolana de delivery ha experimentado un crecimiento vertiginoso en apenas un año. Y se ha situado, según el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), como la número uno del mercado. Pero Vicente Zavarce, su creador, es de los que cree que ahora es que el fenómeno de la entrega inmediata comienza a tomar forma. Y sin pandemia, advierte, llegarán entonces a la cúspide
La frase está más que gastada. Pero Vicente Zavarce, creador de la aplicación venezolana de delivery Yummy, que según el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) lidera el 55% del mercado, está más que convencido de que es una máxima infalible en el área de las finanzas: “Quien golpea primero, golpea dos veces”.
Hay excepciones, no tarda en aclarar Zavarce, que tiene 27 años y se graduó de finanzas y emprendimiento en la Universidad del Nordeste, en Boston, en 2016. Por ejemplo: la red social MySpace fue estrenada en 2003 y apenas un año después fue destronada por Facebook.
“Así que no es definitivo, pero el primero en escalar y llegar a una liquidez de mercado, sobre todo en un marketplace (mercado en línea), logra un valor y una ventaja competitiva”, sentencia él. Y no es que sea Warren Buffet, el gurú de las finanzas. Pero sentido tiene.
El asunto es que fue Zavarce quien golpeó primero. Al menos en el mercado venezolano. En octubre de 2019, es decir, antes de la pandemia de covid-19, llamó a sus ex compañeros del Colegio San Ignacio, Juan Pablo Vicenteli y Alejandro Sierra, y los convenció de crear la aplicación de delivery que en apenas un año, de acuerdo con el estudio del IESA, es la número uno en porcentaje de ventas con un 55%.
Experiencia tenía. Había trabajado primero en Wayfair, la compañía estadounidense de comercio online de muebles y objetos para el hogar, donde su misión era captar usuarios a través de la aplicación móvil.
Y luego en Postmates, la primera app de delivery de comida de Los Ángeles, donde ejercía el cargo de gerente de adquisición de nuevos usuarios.
“En Venezuela lo que hay es un vacío tecnológico grandísimo”, fue lo que argumentó en aquel entonces. “No opera Amazon. No opera Uber. Y tampoco Starbucks. Y aunque solo había un par de micro emprendimientos de delivery de comida, el comportamiento del comercio digital ya existía. Es decir: entrabas a la dirección de Instagram de un restaurante, veías la comida, decías: ‘Wow, todo se ve delicioso’, pedías información, y te mandaban a dirigirte a whatsapp, donde después de una conversación de por lo menos 10 minutos definías tu orden. Y dije: ‘¿Y si logramos crear una marca que tenga valor y que te lleve a tu casa lo que quieras: ropa, artefactos electrónicos, un medicamento, una playstation o un regalo para tu mamá?’.
Al final del día, reconoce él, la aplicación de delivery era de lo más obvia. Pero más que las ideas, agrega, lo importante es la ejecución de esa idea. Y más aún: convertirla en un modelo de negocio.
Y eso fue lo que hizo. En abril de 2020 puso en funcionamiento Yummy con 8 personas dedicadas exclusivamente a las operaciones y a la atención del cliente. Amén de 25 motorizados que han sido bautizados como “Yummers”. Ese día tuvo nueve pedidos, recuerda. Pero Zavarce jura que no se espantó. Hoy tienen 70 empleados y 800 yummers distribuidos en cinco ciudades: Valencia, Lecherías, Maracay, Barquisimeto y, por supuesto, Caracas, donde comenzaron las operaciones.
Los números lo favorecen. Efectivamente Yummy es la número uno con el 55% de las órdenes globales. Según Zavarce, unas 45.000 mensuales. Le sigue PedidosYa con el 30% del mercado. Mientras que Ubii Go (ahora Mío) y Livery se reparten el 15% restante.
Solo que para Zavarce el número de pedidos no es la mejor variable para medir la efectividad de una compañía de deliverys. Y se entiende. Su argumento es que una marca de entrega inmediata puede repartir una bolsa de papas fritas en cien hogares al día, y sin embargo nada de ello garantiza una facturación suficiente como para sostener el negocio.
Más efectiva como herramienta de medición es el valor del ticket promedio (monto de las facturas), que el estudio del IESA no especifica de cuánto es y Zavarce no desea revelarlo por aquello de no proporcionarle herramientas a la competencia, aunque sí aclara que Yummy también encabeza la variable y sigue de cerca PedidosYa. Mientras que la factura promedio más baja la tienen Ubii Go, Traételo y Líveri.
O las alianzas que han firmado con restaurantes y tiendas de comida rápida. Pero también con cadenas de supermercados y farmacias, panaderías, floristerías y hasta locales de ventas de frutas. En enero de 2021 tenían 200. En mayo llegaron a 780. Con Automercados Plaza's, McDonalds, KFC, Papa John’s y Pan de Tata. Algunas con carácter de exclusividad, como el restaurante El Cine. El 85% en el área gastronómica.
Por cierto que Zavarce tampoco quiere revelar cuánto es el porcentaje de participación que le exigen a los clientes. Es parte de la estrategia de mercadeo de Yummy, argumenta. Pero PRODUCTO averiguó y sabe que está por el orden del 10 y 15%. Mientras que PedidosYa, la aplicación de nacionalidad uruguaya, que le sigue los pasos con el 34% de las ventas, les exige entre 25 y 30$.
Mientras que en cuanto al tiempo de entrega de los pedidos, que según el estudio del IESA es uno de los atributos más importantes en el uso de las aplicaciones de delivery junto con la facilidad de uso y la confianza de la marca, Yummy tenía en noviembre una entrega promedio de 1 hora y 15 minutos. Hoy se tarda 38 minutos, siempre según Zavarce.
De las 29 marcas de delivery que existen en el mercado, Yummy está pendiente sobre todo de cuatro. Zavarce las ve como “buenos participantes de mercado”: PedidosYa, UbiiGo, Traételo y Lívery.
Lo que las diferencia, remarca Zavarce, es que Yummy te lleva absolutamente todo lo que necesites a la casa. De una hamburguesa hasta un caucho. Por eso es que los consumidores abren la aplicación muchas veces más que las de la competencia. Y por eso el slogan: “Lo hacemos todo por ti”, que fue creado por ellos mismos in house porque aún no han contratado una agencia publicitaria.
Por cierto que la inversión publicitaria la han concentrado sobre todo en los canales: vallas publicitarias e intercambios con influencers. Nada de pautas en la radio ni en la televisión. Al menos no por ahora. Ya se verá cuando acabe la pandemia. Él es de los que cree que el confinamiento contribuyó con el fortalecimiento del negocio. Pero está convencido de que una vez librados del covid 19 los deliverys estallarán y llegarán hasta el tope, porque entonces podrán atender lo que él llama “las órdenes grupales”: las de los estudiantes en colegios y universidades, las de los trabajadores en sus oficinas, y las de los jóvenes que rumbean. Y entonces asestarán un nuevo golpe.
PUBLICADO: 17 de mayo de 2021