La implementación de protocolos de bioseguridad en el aeropuerto de Maiquetía, hace pensar que el reinicio de operaciones se acerca. Pero no hay anuncio oficial sobre la fecha para levantar la restricción en los aeropuertos nacionales, pautada hasta el próximo 12 de septiembre
El Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (Inac), implementó los protocolos de bioseguridad correspondientes en las instalaciones del Aeropuerto Internacional de Maiquetía (lea también ¿Maiquetía prepara el despegue?), una adecuación que no significa necesariamente el inicio de los vuelos. Para Rodolfo Ruiz, abogado especialista en legislación aeronáutica, el establecimiento de estas normativas en las instalaciones administrativas y operativas del aeropueto, representa un gran paso, pues sin reglas claras y directrices por parte de las autoridades aeronáuticas, plantearse una reapertura sería imposible.
Sin embargo, advierte que hay otro elemento a tomar en cuenta y es lo que ocurre en los países vecinos. “El transporte aéreo nacional e internacional es bilateral, con un lugar de salida y uno de entrada. Nada hace Venezuela abriendo sus espacios aéreos si los aeropuertos de sus destinos naturales (Colombia, Panamá y República Dominicana, por ejemplo), no están funcionando. La reapertura debe ser sincronizada”, advierte.
Latinoamérica despega
En principio, Colombia inicia vuelos domésticos a partir de septiembre, pero ha postergado los internacionales para octubre o noviembre. La decisión no la toma Aerocivil, que es el instituto de aeronáutica colombiano, sino la alcaldesa de Bogotá “quién tiene la potestad de abrir o cerrar el aeropuerto principal de Colombia, el Dorado”, comenta Ruiz.
Recuerda que Perú ya está funcionando con vuelos internos y Panamá solo permite vuelos de conectividad o de operación de terceros países, “porque ellos no quieren perder su condición de host de las Américas. Luego de este reseteo forzoso de la aviación civil internacional, todos quieren mantener las posiciones de dominio que tenían en épocas pre pandemia, explica el especialista.
En el caso Venezolano, Ruiz opina que el reinicio de actividades será en una primera etapa con vuelos nacionales y probablemente, hacia octubre, comiencen los vuelos internacionales, dependiendo de la reapertura en los países vecinos.
Nueva ruta Caracas Moscú
A principios de agosto, Conviasa anunció que le fue otorgado por las autoridades aeronáuticas rusas, el permiso para operar vuelos comerciales de carga y pasajeros entre Caracas y Moscú u otra ciudad rusa. Ruiz ata cabos y especula: “Se puede decir que hay un interés en el transporte de las vacunas rusas a Venezuela, pues las mismas necesitan condiciones especiales de traslado por la distancia y por tratarse de equipos médicos. El transporte aéreo es idóneo para su importación”.
De todos modos, acota el abogado, habría que esperar que venza el Notam (notice to airmen o notificación a los aviadores), medio por el cual la autoridad aeronáutica comunica a todos sus operadores sus decisiones o la restricción de algún espacio aéreo, por ejemplo. Por ahora, está vigente la restricción de operaciones en los aeropuertos nacionales desde el 12 de agosto al 12 de septiembre lo que no descarta, según el abogado aeronáutico, que así como el Inac emitió el Notam, lo deje sin efecto y se reinicien los vuelos antes de lo establecido. “La notificación no aplica para vuelos humanitarios ni de repatriación, por eso se han efectuado algunos a Lima, Madrid y a Buenos Aires”, dice Ruiz.
La realidad
Será el Ejecutivo Nacional quien autorice dicho levantamiento y las condiciones para realizarlo. Para Ruiz, nadie se está beneficiando porque los aeropuertos estén detenidos, pues tanto el Inac como el IAIM son institutos autónomos que viven de lo que recaudan. Sin operaciones no hay dinero, así de simple.
El Inac cuenta con presupuesto propio pero, recuerda el abogado, como institución necesita los fondos que recauda por derechos aeronáuticos por registro, aranceles y demás servicios. “Incluso por los sobrevuelos, que hasta el momento no se han restringido y generan dinero”, dice Ruiz. Agrega que el instituto también depende económicamente de los aterrizajes, cambios de propiedad, documentos que se incorporan al registro y otras tasas y derechos aeronáuticos que en este momento están paralizados. Ruiz espera que se levante la restricción lo más pronto posible pues hay mucho personal, sobre todo pilotos y personal de cabina, que no han podido trabajar estos meses. “Hay una necesidad urgente de que se reanuden operaciones”, finaliza.
PUBLICADO: 29 de agosto de 2020