PepsiCo anunció su retiro de la Asociación de la Industria de Plásticos (PIA por sus siglas en inglés) para finales de 2019. A principios de este año, Coca-Cola hizo lo propio y se desligó de la asociación, congruente con su objetivo de recolectar una botella o lata por cada una de las que vende.
La decisión de Pepsico pudo verse influenciada por la campaña #BreakFreeFromPlastic, desarrollada por Greenpeace US, que aglutinó a consumidores, organizaciones benéficas e inversores en torno a la necesidad de que las grandes firmas de consumo masivo, marcas de alimentos y bebidas, se desvincularan de la organización.
PepsiCo ha dicho que no participa en la promoción de políticas de la PIA o sus subsidiarias, por lo que su membrecía concluirá a fines de este año. PepsiCo espera que el 100% de sus envases de plástico sean reciclables, reutilizables o compostables para 2025, y tiene como objetivo utilizar el 25% de contenido reciclado en sus envases de plástico en el mismo plazo.
A mediados de 2018, la Fundación PepsiCo se unió a la Alianza por el Reciclaje (The Recycling Partnership) para lanzar un desafío: "Todo en el reciclaje (All In On Recycling) con la intención de facilitar el reciclaje en 25 millones de hogares de estadounidenses.
La fundación invertirá $ 10 millones en fondos para reactivar el desafío aunque el objetivo es recaudar $ 25 millones en donaciones de empresas líderes, empresas y organizaciones. Además de las contribuciones de otras corporaciones, se espera que más de 2.800 comunidades que participan en la iniciativa, tripliquen la inversión en conjunto, con la meta de alcanzar unos $ 75 millones en fondos municipales y elevar la el total de apoyo a $ 100 millones.
Este desafío tiene como objetivo reciclar cerca de 2.000 millones de toneladas de material, incluidos 7.000 millones de botellas y latas, lo que genera una reducción de gases de efecto invernadero de 5,5 millones de toneladas de CO2.
¿Y Coca-Cola?
Un portavoz de Coca-Cola señaló al momento de retirarse de la asociación, que la multinacional de bebidas terminaba su membrecía en la PIA “como resultado de las posiciones que estaba tomando la organización, las cuales no eran congruentes con sus compromisos.
Coca-Cola se ha planteado el objetivo, a escala global, de recolectar una botella o lata por cada una de las que vende, intentando así reciclar el equivalente de todos sus envases para 2030, fecha en la que espera fabricar cerca del 50% de sus botellas de forma reciclada.
Otros embotelladores de la bebida han ido más allá y apuntan a objetivos más ambiciosos y específicos. Coca-Cola European Partners (CCEP), por ejemplo, se plantea 50% de contenido reciclado para 2020, mientras que Coca-Cola Amatil se encamina a que más de dos tercios del plástico utilizado en su empaque, por peso, provenga de material reciclado para fines de 2020.
Estas acciones se suman a las realizadas en Bélgica y Holanda, con un eslogan muy directo: “No compres Coca-Cola, si no nos ayudas a reciclar”; o en Italia gracias a la agencia Publicis, a través de vallas dispuestas en carreteras, paradas de autobuses o eventos que señalan, con un largo brazo y un dedo que apunta a contenedores destinados al reciclaje de plásticos, botellas y latas: “Abre, prueba y recicla con nosotros”.
En cuanto a Greenpeace su preocupación específica en torno a la asociación, es que, a su juicio, estaba usando “frentes” para rechazar la legislación sobre la prohibición de las bolsas de plástico de los Estados Unidos.
En este sentido, Patty Long, directora ejecutiva de la Asociación de la Industria de Plásticos, aseguró que en su organización son conscientes de que varias marcas prominentes “han sido blanco de una campaña persistente de activistas de Greenpeace para presionarlos a abandonar nuestra asociación”. Long exhortó a Greenpeace a trabajar con la PIA “para ayudar a implementar avances significativos y sostenibles para mejorar nuestro medio ambiente, como modernizar y expandir la infraestructura de reciclaje".
PUBLICADO: 01 de agosto de 2019