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“Próximas elecciones son un escenario sin sorpresas”

Para el doctor en Ciencias Políticas Andrés Cañizalez, el objetivo comunicacional del Gobierno es que el elector reconozca en un tarjetón “plural” y multicolor, a los partidos tradicionales, pero con nuevos actores, personajes distintos vinculados a las directivas elegidas por el TSJ, el mismo que también eligió a los nuevos rectores del CNE.

Los últimos movimientos políticos del Gobierno Nacional, demuestran una vez más su capacidad para moverse en varios tableros al mismo tiempo, promoviendo cuando le es conveniente, un “diálogo” con una supuesta oposición, mientras que en otro escenario, más real, prepara el terreno para lograr su objetivo primordial: permanecer en el poder a como dé lugar. “Y usará todos los recursos que estén a su alcance para lograrlo”, afirma Andrés Cañizalez, periodista, investigador y doctor en Ciencias Políticas, quien conversó con PRODUCTO  en relación a las decisiones del TSJ de nombrar a los nuevos rectores el CNE y cambiar las directivas de Acción Democrática y Primero Justicia.

Para el especialista, la Constitución es muy clara al señalar que es la Asamblea Nacional la que debe nombrar a la directiva del CNE, de hecho ya había activado todo el proceso. Sin embargo, considera Cañizalez que  a pesar de que el comité de selección de la AN ya venía trabajando y tanto los diputados del gobierno y de la oposición conversaban al respecto, hubo una razón política para malograr la vía legítima: mantener entretenida a la oposición con la idea de que era posible un CNE independiente. “Al mismo tiempo se venía preparando lo otro, y en cuestión de 72 horas el TSJ nombra la directiva del CNE, cosa que ya tenía que tener preparada, no es algo que se haya decidido en ese momento”, asegura.

Según el politólogo, con esta acción el panorama político venezolano quedó muy claro: “Cuando miramos en retrospectiva, lo que hay claramente es la idea del chavismo de asegurarse un escenario electoral imbatible. Por un lado tiene de nuevo un control de las figuras que conforman ese CNE. Aunque no dudo de la honorabilidad de Jiménez, a quien conozco, pero no estoy de acuerdo en que haya aceptado. Probablemente veamos decisiones 3 a 2 o 4 a 1. Quizá con la presencia de alguien que probablemente pueda ser honorable, en esa circunstancia, las decisiones quedarán divididas. El chavismo ya tiene a tres figuras: a la Sra. Oblitas, que ya estaba, e incorpora a dos juezas, magistradas, que claramente han venido actuando sistemáticamente para favorecer al chavismo. Es un escenario donde no se espera ninguna sorpresa”, asegura.

Acota Cañizalez que casi en paralelo, el TSJ comenzó a tomar decisiones para descabezar las directivas de los partidos políticos tradicionales. A su juicio la estrategia va a ser tener representantes “opositores”: José Brito, Bernabé Gutiérrez, Henry Falcón o Javier Bertucci. “Ellos serán los diputados y supuestamente son figuras de oposición, según el discurso gubernamental. Todo eso habla de cómo el chavismo quiere modelar unas elecciones donde haya una representación simbólica de partidos opositores pero al mismo tiempo donde esté asegurada su mayoría en la AN. Vamos hacia eso”, pronostica.

Advierte que, en el caso de Voluntad Popular, ahora la quieren catalogar de terrorista, “cosa que sería muy grave”, dice. “Guaidó termina convirtiéndose en líder en la medida que termina siendo la cabeza de la AN. En esa circunstancia el Gobierno necesita acabar con esa Asamblea para que pueda ser controlada”.

Por otro lado, se presenta una situación que agrava aún más el panorama para la oposición y es que, aparentemente, los electores parecen estar más pendientes de su supervivencia que de los temas políticos. “Creo que estas elecciones en particular, nos agarran en una situación de bastante desesperanza en Venezuela. No hay mucho interés en los temas políticos, la gente está enfocada en ver cómo sobrevive a esta crisis terrible con los recursos y la capacidad que tiene”, explica Cañizalez.

El juego de la censura

Por tanto, el politólogo no se muestra muy optimista con la salida a votar. “Yo no tengo mucha expectativa ni entusiasmo con las próximas elecciones, incluso entre los propios chavistas tampoco lo veo. Claro, el chavismo tiene una capacidad de movilizar y controlar su voto a través de las cajas Clap, y ahora con el biopago. Todas esas cosas, donde el chavismo pueda usar bases de datos de la gente que se beneficia de algo del Gobierno, van a estar activas para indicarle que vayan a votar, movilizarlos, chantajearlos, etc.”, afirma.

De acuerdo con Cañizalez, el Gobierno tiene la capacidad de movilizar 30% de la población con su voto. “Obviamente inflará las cifras, dirá que votó el 50% o 60% y eso le dará una legitimidad de cara a sus propios seguidores, porque ellos van a tener de referencia los centros donde hicieron su voto. Los centros de votación de las urbanizaciones y de clase media quedarán vacios, pero al final se aplicará una política de censura fuerte ese día, para que no se informe de forma amplia lo que ha ocurrido y se construirá una realidad mediática, como ha sido su comportamiento las últimas elecciones”, asegura.

Asegura el politólogo que  más allá de la decisión de ir o no a votar, “que parece que la tendencia se inclina más hacia no ir a votar, la pregunta es: ¿qué hacemos ante esto? ¿Nos quedamos cruzados de brazos? ¿Hacemos una gran frente para salir a reivindicar que necesitamos el voto en Venezuela? No hay condiciones para hacer nada, solamente invocamos que venga un externo a solucionar lo que ocurre en Venezuela, es decir: en la medida en que no haya una claridad sobre lo que vamos a hacer, vamos a tener una situación en la cual probablemente estaremos de nuevo con estrategias divididas, con diferentes posiciones ante el tema electoral, lo cual sin duda termina favoreciendo al Gobierno”, acota.

Tarjetón multicolor

A juicio de Cañizalez, la estrategia comunicacional del Gobierno para las elecciones, es mostrar un tarjetón lleno de partidos, con muchos colores, que denote que hay una contienda justa entre Gobierno y oposición. “El objetivo comunicacional es que el elector reconozca en el tarjetón partidos tradicionales que ya conoce, aunque con personajes distintos. Es una operación política comunicacional donde apropiarse de los símbolos de esos partidos es lo principal. Muchos de esos partidos también están debilitados. Apropiándose de esos símbolos, el Gobierno va a poder exhibir algo que sabemos que es irreal, pero comunicacionalmente va a insistir en su relato de que esas elecciones van a ser plurales y van a ser amplias porque van a haber muchas tarjetas. Te vas a acordar de mi: van a haber muchas tarjetas de muchos partidos y no solamente del PSUV”, pronostica Cañizalez.

 


PUBLICADO: 23 de junio de 2020