El consultor gerencial Carlos Vogeler afirma que no se trata solo de salir del barranco en el que ha caído el país, sino también de crear y crecer en medio del caos. Por su parte, la especialista en coaching organizacional Luisa Elena Sucre, asegura que vivimos “un mar de emociones” y que el gerente debe entender que el recurso humano “no es un número en una hoja de Excel”
¿Qué necesita un gerente para desenvolverse eficaz y eficientemente en un entorno cada vez más agresivo y cambiante, como el de la Venezuela de hoy? PRODUCTO conversó con los consultores gerenciales Luisa Elena Sucre y Carlos Vogeler, sobre los principales requerimientos que debe atender el gerente en Venezuela para llevar adelante sus empresas, y convertir las adversidades en oportunidades.
Vogeler parte de una imagen apocalíptica, como la de los prisioneros en los campos de concentración, para indicar que en Venezuela no hemos llegado a esos extremos, por lo que a su juicio tenemos muchas oportunidades de salir adelante. Sin embargo, advierte que hoy en día sobrevivir no es suficiente “porque ya nos fuimos por el barranco y nos quedamos agarrados de una mata. Ahora tenemos que salir del barranco y para ello se requiere de un liderazgo asociado a una visión positiva: tengo que salir de aquí, salvarme y además tengo que crear, expandirme y crecer; todo eso en medio de este caos”.
Agrega que el gerente de hoy debe tener una gran flexibilidad y adaptabilidad para manejar el cambio día a día, pero sobre todo debe tener un alto nivel de liderazgo sin olvidar la necesidad de visualizar positivamente el futuro y mantener la ilusión.
Por su parte, Sucre habla de tres grandes grupos de aptitudes que son necesarias para el gerente actual: “una tiene que ver con la gestión de mis emociones como líder. Estamos en un mar de emociones y es un entorno complejo. Lo segundo tiene que ver con la interacción con otros: cómo soy empático, cómo me comunico. Lo último tiene ver con los resultados: ser persistente”.
De acuerdo con la consultora, el gerente debe mantener un equilibrio entre el ser humano y los objetivos de la empresa. “Hay muchas maneras de reconocer al empleado y no sólo tienen que ver con el aspecto monetario. Debemos encontrar nuevos espacios en el contrato psicológico que existe entre la empresa y su gente, maneras de dar apreciación, reconocimiento, para que la gente sienta que su trabajo tiene sentido. Hay todo un aspecto humano de motivación y el gerente debe entender que la gente no es un número en una hoja de Excel”.
El recurso humano
Asegura Sucre que las empresas en Venezuela están sufriendo mucho porque no encuentran el personal que requieren en este momento. “Muchísimos profesionales jóvenes se fueron y las empresas se quedan con un personal no tan especializado. Tienen que ser flexibles y contratar gente con un nivel un poco menor. Eso implica un esfuerzo adicional para entrenarlos, tener paciencia.”
Vogeler comparte la visión de Sucre y agrega que en este contexto es indispensable contar con gente de principios y valores, “lo demás es entrenamiento. Es el momento de lograr entusiasmo por los proyectos que se emprendan, con la gente que haya. Habrá que remangarse las mangas y estar al lado de ellos y orientarlos, ir construyendo poco a poco con lo que hay. Es un momento de emprendimiento en un nuevo contexto que requiere de esa relación primaria en medio del caos, de la tormenta, del holocausto”, asegura.
Al consultar sobre el tiempo máximo que deben plantearse las empresas para el logro de objetivos, Vogeler es tajante: “no es un momento para pensar en eso, hay que pensar en cómo arrancar, cómo movilizar y mantener la ilusión de un proyecto, el tiempo es secundario. El cambio es tan radical que no podemos estar viendo al mercado, por ejemplo, como una torta para repartírnosla. Es un mercado que tiene varias tortas, hay varios panes para repartirnos, está todo por hacer”, afirma.
Sucre afirma que cada ejecutivo tiene su propio desafío, pero según su experiencia como consultora, lo que está siendo difícil para los altos ejecutivos es el manejo de las emociones y de la frustración. “Necesitan aprender a escuchar más profundamente a su gente. Hay un gran movimiento mundial sobre la agilidad y la flexibilidad en la gerencia de hoy. Está cambiando mucho la visión de lo que es el liderazgo, y los equipos están adquiriendo cada vez más protagonismo, con liderazgos compartidos, rotando. La figura del líder todopoderoso está cambiando”, finaliza Sucre.
PUBLICADO: 11 de febrero de 2020