El fallecido historiador y ex presidente de la República, Ramón J. Velásquez, decía que uno de los grandes problemas de la política venezolana había sido la tutela de los militares y después del triunfo electoral del ex presidente Hugo Chávez, un outsider salido del mundo castrense, repitió en varias ocasiones que después de lo que había costado meter a los militares en sus cuarteles, ahora sería mucho más difícil hacerlos volver.
En este momento, ese papel de árbitros de la política que han querido y ejercido los militares está más vigente que nunca, pues todos los sectores reclaman que los hombres y mujeres de armas vuelvan a decidir, con su respaldo, el destino de la república.
Por eso es importante tratar de saber qué piensa este sector sobre la situación del país y, en consecuencia, la Asociación Venezolana de Consultores Políticos (Avencopol) y la ONG Venezuela Elige pusieron manos a la obra y realizaron una encuesta entre militares de diversos grados en todo el país y miembros de sus grupos familiares, obtenida por PRODUCTO, a través de la aplicación de Facebook en dispositivos móviles, para medir el clima interno de los cuarteles.
En un trabajo realizado en febrero, los encuestadores realizaron 1.054 entrevistas a una muestra estratificada y cuyos resultados tienen un margen de error de más o menos 3%, para un nivel de confianza de 95% bajo el supuesto de máxima indeterminación. El sondeo fue diseñado por la empresa especializada en redes sociales Botón Rojo, con sede en México.
La salida y la amnistía
Según esta encuesta, la mayoría clara de los militares y sus familias desean una salida negociada a la crisis o el retiro voluntario y pacífico de Nicolás Maduro.
Los datos recogidos revelan que 38,2% de los encuestados desea que se produzca una negociación política que permita abrir una vía electoral luego de un período de transición, mientras que otro 38,1% aspira que Maduro acepte su responsabilidad ante la crisis y decida renunciar, también luego de un proceso de diálogo.
Solo 9,1% de los encuestados respalda la idea de una invasión internacional como mecanismo de resolución del conflicto, al tiempo 14% dijo no saber o no tener claro un mecanismo para salir del conflicto de poder vigente en la nación.
El 57,2% de los militares y sus familiares que respondieron la encuesta a través de la APP de Facebook está de acuerdo con la Ley de Amnistía y Garantías aprobada por la Asamblea Nacional (AN), mientras que 15,5% la consideró un instrumento para intentar darle un golpe de Estado a Nicolás Maduro.
El 20,1% señaló no conocer la ley o no tener información al respecto. El 7,2% dijo no tener una opinión formada sobre esta materia.
El 81,1% de los encuestados estuvo de acuerdo en que Venezuela necesita un cambio político y solo 13,5% cree que la administración de Nicolás Maduro debe mantenerse, porque está haciendo "un buen gobierno".
La encuesta de Avencopol y Venezuela Elige muestra que 80% de los entrevistados es consciente de que el país espera que el sector militar promueva un cambio político sin violencia.
El 13,3% consideró, en cambio, que el rol que el país demanda al sector castrense es respaldar a Nicolás Maduro como mandatario legítimo y utilizar la fuerza necesaria para mantenerlo en el poder.
Vivir la crisis
Mucho se ha repetido que los militares han dejado de pertenecer a un estamento privilegiado y que, especialmente el personal de tropa, padece la crisis como cualquier ciudadano. ¿Hay diferencias entre cómo viven y qué cosas preocupan a los miembros de la comunidad castrense y sus familias y la percepción del entorno que tiene la mayoría civil del país?
La encuesta de la Asociación Venezolana de Consultores Políticos y Venezuela Elige, los problemas sociales (44,5%) y ecoómicos (28,3%) dominan la agenda de preocupaciones de los militares, mientras que solo 6,7% priorizan el conflicto político como principal fuente de perturbación.
Ante la pregunta sobre los principales problemas que tienen los militares y sus familias en este momento, el acceso a alimentos ocupó el primer lugar de una larga lista, con 15,5%, seguido de conseguir medicinas (9,5%); acceso a la salud (3,5%); vivienda (2,4%) y pobreza (2,2%), como principales.
En el plano económico, la principal preocupación es la falta de dinero suficiente (13,6%); el alto costo de la vida (8,3%) y los bajos salarios (3,4%). Los problemas con los servicios de agua, transporte y electricidad también surgieron en este apartado.
La dispersión evidente de las respuestas sugiere que en este caso no hubo inducción del encuestador, sino que se procuró una contestación espontánea; sin embargo, los autores del estudio no aclaran este punto.
PUBLICADO: 09 de abril de 2019