En medio de la crisis política más grave de la historia del país en el último medio siglo, las expectativas económicas se deterioran. El economista Asdrúbal Oliveros, socio director de Ecoanalítica, apunta que con las sanciones petroleras impuestas por Estados Unidos, la economía puede caer 30% en este año y el dato de inflación de enero anuncia lo que puede venir, con un pico histórico de más de 250%, según los cálculos de la consultora.
Oliveros afirmó que el deterioro de la economía es "estrambótico", a tal punto que el derrumbe acumulado de 60% que registra el Producto Interno Bruto venezolano en cinco años ya se ubica entre las contracciones más agudas de la historia del mundo en los últimos 50 años y ya es la mayor en la historia de América Latina, pues ya pasó a las recesiones causadas por la guerra civil en Nicaragua y el "período especial" de Cuba. En estos casos, la PIBs de estos países no acumularon bajas superiores a 40%.
"Soy un convencido de que la crisis económica no se comenzará a superar hasta que no clarifiquemos el panorama político", sostiene Oliveros. Más aún, el economista advierte que si este conflictio se extiende, se estanca o "se empastela", la situación económica crítica que viene será extremadamente aguda.
Asfixia
El socio director de Ecoanalítica señala que antes de las sanciones petroleras, las expectativas económicas ya eran malas. El escenario de diciembre para 2019 situaba la contracción entre 12% y 15% para este ejercicio, con una agudización del fenómeno hiperinflacionario. Según los datos de la consultora, la inflación de 2018 ascendió a 2.000.000%, mientras el dato de la Asamblea Nacional fue de 1.600.000%.
Con las sanciones, la perspectiva de caída del PIB sube a una estimación de entre 25% y 30%; básicamente, porque las sanciones al sector petrolero llegan en un momento de colapso de la industria, cuya expresión evidente es la reducción de la producción en un promedio de 40.000 barriles diarios por mes durante 2018.
En el cuadro actual, es muy difícil que Pdvsa consiga el capital necesario para iniciar una recuperación de la producción, porque, además, la situación de crisis no solo se expresa en el ámbito financiero, sino que el colapso alcanza a las áreas operacionales.
En resumen, el gobierno enfrentará una muy grave situación financiera. En números concretos, la brecha financiera del Fisco puede llegar a USD 9.000 millones. "El año pasado, el gobierno terminó con un déficit de caja de USD 800 millones, lo cual es una proeza para una administración como la de Maduro, pero esto pudo ser porque decidió no pagar deuda. Están acumulados USD 9.300 millones de deuda vencida y este año se acumularán, si las cosas siguen como están más de USD.7.500 millones; estamos hablando de impagos acumulados que podrían alcanzar los USD 17.000 millones".
Obviamente, las sanciones aprobadas por el gobierno de Donald Trump impiden cualquier renegociación de estos pasivos, pero, en opinión de Oliveros, tampoco es que Maduro quiere. Con el gobierno interino del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, este escenario cambiaría radicalmente, porque el parlamentario tiene el poder de negociación del que carece Maduro.
La situación por venir, en el escenario de que Maduro siga ejerciendo el gobierno, será muy grave, porque la crisis tendrá el impacto perverso de agudizar el colapso de los servicios públicos; de hecho, el socio director de Ecoanalítica predijo, con un alto margen de seguridad, que el país vivirá una nueva crisis eléctrica y una escasez de combustible que será "un dolor de cabeza" y puede hacerse estructural.
Oliveros dice que la crisis política puede convertirse en una catástrofe económica por la inviabilidad financiera de una administración con Nicolás Maduro a la cabeza, y a las cifras se remite: 43% de las importaciones venezolanas corresponden al sector petrolero, lo que duplica la media histórica.
"Además, 52% de las importaciones provienen de Estados Unidos y esas compras ya no se podrán hacer si sigue Nicolás Maduro actuando como presidente. Un total de 29% de las importaciones son públicas y se dirigen básicamente a las CLAP, mientras que 23% de las compras externas son privadas y a tasa paralela, las cuales, por cierto, son las únicas que aumentan", apunta Oliveros.
"El sector privado ya no depende del Estado para obtener divisas, y eso es lo que explica que el cambio paralelo es mucho más determinante para entender los movimientos de los precios. Las importaciones a tasa paralela subieron 70% en 2018, mientras que las que se hicieron con el mercado del Dicom representaron solo 5% del total y, además, cayeron 38%. Estos datos son capitales para entender por qué hay escasez e hiperinflación", manifiesta el economista.
Las Dimensiones de la Caída
Las variaciones porcentuales pueden quedarse cortas para expresar el colapso de la economía venezolana en esta etapa. En consecuencia, Asdrúbal Oliveros puso algunos números claves:
* Las importaciones venezolanas cayeron en siete años de USD 60.000 millones a USD 12.000 millones, lo que explica, junto con la depresión del sector productivo, que se haya registrado una escasez histórica de bienes esenciales.
* La economía venezolana pasó de un PIB anual de USD 350.000 millones a una escala de USD 85.000 millones, mientras que el PIB per cápita corriente ha caído de USD 11.000 a menos de USD 3.000.
PUBLICADO: 06 de febrero de 2019