El sector privado espera un incremento del salario mínimo de entre 500% y 700% en los próximos días en línea con el ajuste del Petro por la depreciación oficial del bolívar, según diversos escenarios gremiales; sin embargo, ya se avizora que este incremento se podría erosionar muy rápidamente, porque las expectativas inflacionarias y los escenarios de la devaluación del bolívar se disparan a la luz de las señales que envía el propio Banco Central de Venezuela.
Para que el salario mínimo sea equivalente a USD 1 diario o USD 30 mensuales tendría que subir 8,5 veces. Un incremento equivalente a 300% significaría que el salario mínimo mensual se ubicaría en USD 10,5 al tipo de cambio oficial de Bs. 5.200, según los cálculos de Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos.
Sin embargo, según los datos a marzo del Centro de Documentación y Análisis Social (Cendas) de la Federación Venezolana de Maestros, una familia promedio de cuatro miembros necesitó un ingreso de USD 673 -USD 22,44 diarios- para cubrir su canasta básica de bienes y servicio; es decir, el equivalente de 138,4 salarios mínimos de Bs.18.000 mensuales.
Las consecuencias para lo que queda del sector privado podrían ser catastróficas, lo que profundizaría la situación de depresión económica que vive el país. Para el socio director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, la inflación de abril podría cerrar en alrededor de 50%, lo que significaría un aumento de 178% en comparación con el cierre de 18% en marzo. "La tendencia es que, a partir de ahí siga escalando".
Para el también economista, Luis Oliveros, los síntomas del agravamiento -si cabe- de la crisis económica serán más claros en los próximos meses, pues no solo mermará la capacidad de compra, sino que habrá un mayor deterioro de la ya limitada oferta de bienes y servicios.
El especialista señala que se impondría ya una nueva reforma monetaria que obligaría a adoptar un billete de Bs.40.000 como la menor denominación; sin embargo, cree que este es uno de los problemas "menores" que debería enfrentar la administración de Nicolás Maduro.
Abril clave
Este 28 de abril entra en vigor la prohibición de adquirir crudo y derivados a Petróleos de Venezuela para empresas estadounidenses, mientras que aquellas compañías compradoras no estadounidenses que tengan operaciones en territorio norteamericano u operaciones en el sistema financiero de ese país, que sigan haciendo negocios con la petrolera estatal venezolana, se exponen a ser sancionadas.
En términos concretos, el economista Asdrúab Oliveros, socio director de Ecoanalítica, supone que el impacto será difícil de manejar, para decirlo elegantemente, porque los ingresos externos del país caerán de USD 28.000 millones en 2018 a USD 10.000 millones, en un escenario no pesimista.
De manera que este será un factor determinante para ver qué esperar en los próximos meses, junto con la evolución del salario mínimo y las consecuencias del racionamiento eléctrico, entre las que destaca una caída proyectada de, al menos, 50% en los ya menguados indicadores de producción de alimentos.
Esta situación va a reinstaurar el clásico patrón de la inflación venezolana, según el cual los precios de los alimentos suben más que los de otras categorías, cosa que no ocurrió durante el mes de marzo. De hecho, el Cendas reportó un aumento intermensual de la canasta básdica de 27,24%, básicamente impulsado por la escalada de costos en servicios y alquileres. Hay que hacer notar el incremento promedio de 31,7%, por encima del promedio general, de los servicios públicos.
El economista Asdrúbal Oliveros sostiene que el venezolano "no vive, sobrevive", y esta situación parece que continuará, agravada, por un tiempo más. Más de 80% de la población ya no encuentra donde abrir agujeros para seguir apretándose el cinturón.
PUBLICADO: 23 de abril de 2019