La confusión se extiende sobre el impacto que tendrá la despenalización de comprar y vender divisas de origen privado. Algunos analistas, como José Toro Hardy, creen que no hay espacio para que baje el precio del dólar, mientras que otros, como Fernando Serrano, asumen que habrá caídas de corto plazo.
Solo casas de cambio autorizadas por el Banco Central de Venezuela y la Banca Pública serán las entidades donde las empresas y particulares podrán hacer operaciones cambiarias en este mercado "abierto" que surge a partir de la derogación de la normativa de ilícitos cambiarios.
Según fuentes financieras enteradas a las que PRODUCTO tuvo acceso, el BCV está trabajando en un nuevo convenio cambiario que regule el intercambio de divisas entre privados. Al parecer, la idea es establecer una cotización referencial similar a la existente para la recepción de remesas en el país.
Como se sabe, la paridad cambiaria para los envíos de divisas se establece a partir del precio más elevado ofrecido en la más reciente subasta del Dicom, y el BCV determina, por un mecanismo que no se conoce, los movimientos de ese precio.
Cuando se autorizó el tipo de cambio para remesas, el pasado mes de junio, el mercado fue sorprendido con una cotización de 1.303.270 bolívares por dólar, que subió a la siguiente semana a 1.500.000.
Más adelante, el tipo de cambio pasó a 2.200.000 y el ente emisor ralentizó la progresión de esta cotización, que luego pasó a 2.500.000 y a partir del pasado 25 de julio se estableció en 2.900.000 bolívares. Es indispensable que la cambio para las divisas de remesas sea cercano al promedio de las diferentes paridades "paralelas", en función de que tenga algún sentido acudir al mercado legal.
Como la medida no implica el establecimiento de un modelo de libre convertibilidad cambiaria, que sigue siendo una especie de anatema para algunos sectores del gobierno, el BCV debe establecer algún parámetro que, se estima, estará vinculado a las "subastas" del Dicom, pero hasta ahora nada es seguro.
El control sigue ahí
En general, la decisión tomada por el gobierno, a través de su brazo legislativo, la Asamblea Nacional Constituyente, de despenalizar las operaciones con divisas de origen privado generó más confusión que otra cosa.
El economista y especialista petrolero, José Toro Hardy, dijo a PRODUCTO que esta medida, tomada de manera aislada, puede desatar una mayor devaluación del bolívar, porque no existe una oferta de divisas suficientes que satisfaga la demanda de los agentes económicos.
"Las reservas internacionales han caído de manera dramática y la situación de la producción petrolera es históricamente mala, entonces tomar una decisión como esta, que algunos pueden interpretar como una buena noticia, sin hacer ajustes que garanticen el crecimiento económico y una política fiscal y monetaria seria, puede, sin duda, ser contraproducente".
Toro Hardy entiende que el gobierno pretende facilitar las operaciones para algunos sectores, como las empresas socias de Pdvsa en la Faja del Orinoco, a las que, hasta ahora, no se les permite repatriar sus dividendos, ni cambiar divisas a un tipo de cambio competitivo, en función de que se recupere algo de la actividad productiva.
El problema, para el economista, sigue siendo la desconfianza que genera el gobierno, tanto en Venezuela como en el extranjero, la cual no se resuelve con una medida particular e interesada.
Además, Toro Hardy no deja de lado el aspecto jurídico de la cuestión. "La Asamblea Nacional Constituyente no es un parlamento legítimo, por lo que sus decisiones están viciadas de nulidad. Este es un tema en extremo sensible para los capitales internacionales".
Por su parte, el analista financiero Fernando Serrano, Director de Akanain Investment, con sede en Maracaibo, y editor del blog especializado Tu Inversión a Futuro, estima que posiblemente los tipos de cambio en los distintos mercados paralelos bajen durante los próximos días, pero en un mediano plazo todo dependerá cómo se forme el precio de referencia.
Si el precio de los dólares en esas operaciones, ahora despenalizadas, responde a la realidad del mercado, es posible que exista un ajuste estructural del tipo de cambio, pero quizás no demasiado marcado, porque los desequilibrios y controles subsisten, aunque hay "un importante elemento de riesgo que desaparece", apunta Serrano.
PUBLICADO: 03 de agosto de 2018