El país está en cuenta regresiva, según afirma Juan Crespo, presidente de la Federación de Trabajadores de la Harina (Fetraharina). Hasta el 30 de julio alcanzarán las existencias del llamado trigo panadero, insumo básico de este sector.
Además de esto, explicó que “hay empresas paradas que no tienen el trigo durum con el que se elabora la pasta y, en consecuencia, son dos rubros muy importantes que son los más económicos en la cesta básica”.
Al igual que en otros sectores la conjunción de los controles de precio y de cambio hace de las suyas. Fetraharina estima que el saco de 45 kilos de harina de trigo tiene un precio de 1.560 bolívares, equivalente a 35,6 bolívares el kilo, pero el precio fijado para la venta de la canilla de pan de 300 gramos es de 7 bolívares.
“No tiene sentido producir pan canilla porque es más lo que se pierde dada la diferencia entre el precio regulado y la estructura de costos”, sostiene Juan Crespo.
El trigo es un insumo importado clave para las industrias pastificia y panadera. En mayo pasado las autoridades anunciaron la llegada al país de 23.000 toneladas de trigo con las cuales se esperaba atender las necesidades del mercado, pero las estimaciones de la Federación Venezolana de la Industria de la Panificación (Fevipan) indican que el consumo mensual en el país es de 70.000 toneladas de trigo.
En 2012 se estimaban en 1,5 millones de toneladas las importaciones de trigo para atender las necesidades de las empresas procesadoras.
PUBLICADO: 03 de julio de 2015