La madrugada de este 5 de octubre sorprendió al mundo periodístico y académico con la partida del maestro de comunicadores, filósofo y académico Antonio Pasquali en España, a sus 90 años de edad.
Antonio Pasquali nació en el pueblo italiano de Rovato y pisó por primera vez tierra venezolana en 1948, a los 18 años de edad, cuando sus padres llegaron al país huyendo de la devastada Italia de la postguerra. Al terminar sus estudios de bachillerato en el liceo Andrés Bello de Caracas, ingresa a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Venezuela y al graduarse viaja a Paris donde realiza un doctorado de Filosofía en La Sorbona.
A su regreso, Pasquali comienza su carrera formal como profesor universitario durante 25 años en la cátedra de Filosofía Moral y, simultáneamente, crea los Estudios de Teoría de la Comunicación en la Escuela de Comunicación Social de la UCV. En 1958 funda el Centro Nacional Audiovisual del Ministerio de Educación y en 1960 el Departamento de Estudios Audiovisuales de la Escuela de Periodismo. Adicionalmente, crea los estudios modernos de Teoría de la Comunicación en Venezuela y funda el Instituto de Investigaciones de la Comunicación (ININCO) adscrito a la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV.
En 1964, la editorial de la Biblioteca de la Universidad Central de Venezuela, editó el que sería su libro más conocido y estudiado por varias generaciones de comunicadores en toda Latinoamérica: “Comunicación y cultura de masas”, un profundo análisis de los estudios de la comunicación en el continente.
Pasquali abordó el estudio de los procesos comunicacionales a partir de las diferencias entre la información y la comunicación, considerando la primera como un sistema de transmisión asimétrico ya que los mensajes emitidos no implican un retorno o feedback, mientras que la comunicación involucra a un emisor y un receptor en permanente retroalimentación o intercambio de mensajes. Es decir: la información sustituye el diálogo por la alocución, sin retorno de mensaje.
Con este concepto en mente, el profesor Pasquali no concordó con la denominación “medios de comunicación de masas”, pues estos no permiten el proceso de bivalencia, simetría y diálogo, y los cataloga como medios de información, con un coeficiente de comunicabilidad bajo.
Antonio Pasquali deja más de un centenar de publicaciones y una veintena de libros, ensayos y colaboraciones. A través de ellos supo ejercer una profunda influencia en numerosas promociones de estudiantes y profesionales de la comunicación desde América Latina hasta Europa.
En un crítico y lúcido artículo publicado en el diario El Nacional apenas el pasado 23 de junio de este año (¿Cuál transición?), Pasquali advierte con vehemencia sobre la necesidad inmediata de “sacar a Venezuela del profundo y corruptor barranco en que la hundieron, y este pareciera ser el momento propicio. Más que transiciones edulcoradas y laxas que solo reconfortarían una sociedad de la componenda, del robo y la ley del más fuerte, el país que anhela un futuro moral y jurídicamente mejor siente que Venezuela necesita más bien algo parecido a un electroshock judicial, una suerte de Nüremberg criollo para los grandes saqueadores de la nación, productor de un poderoso efecto-escarmiento que dure generaciones y asegure a nuestra descendencia un reabierto camino al progreso, a una mejor calidad de vida, a más seguridad y honestidad. Será la buena manera de aprovechar la dura lección de estos dos decenios, de honrar sus pacientes héroes y sus muertos, y propiciar el advenimiento de una mejor Venezuela”.
Solo nos queda honrarlo, y que descanse en paz.
PUBLICADO: 05 de octubre de 2019