Venezuela es un país con tres tipos de cambio distintos establecidos oficialmente por las autoridades, con amplias brechas diferenciales entre ellos, y además mantiene una paridad que se fija de forma paralela en el mercado debido, entre otras cosas, a que en el territorio no existe libre convertibilidad de la moneda y a un disminuido flujo de divisas que recibe la economía por las vías regulares.
A juicio de Jesús Faría, diputado de la Asamblea Nacional, “está planteada la simplificación del sistema cambiario, hay tres tasas de cambio, una ilegal, buscamos simplificarlo e ir progresivamente a algo mucho más manejable”.
En una reseña de "El Universal" el parlamentario indicó que se ha planteado la posibilidad de “ir progresivamente a algo más manejable como una tasa de cambio controlada y una libre", aunque no ofreció mayores detalles.
Solamente se dedicó a reiterar que no está planteada una dolarización de la economía venezolana.
PUBLICADO: 25 de mayo de 2015