Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, anunció este martes que los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona esperan analizar el miércoles en la mañana una petición formal de Grecia para un tercer rescate, cuando Atenas la presente.
"Mañana tendremos una nueva teleconferencia para hablar de una nueva carta (de Grecia) con una petición formal pidiendo apoyo del MEDE (Mecanismo de Estabilización Europeo) si es posible", dijo Dijsselbloem al final de la reunión extraordinaria celebrada en Bruselas.
Este martes se esperaba que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, presentara una propuesta de reformas en una reunión de emergencia, en un intento por persuadir a sus acreedores de reanudar las negociaciones de refinanciación antes de que el país se quede sin efectivo.
Tsipras debe convencer a los líderes del bloque de autorizar rápidamente negociaciones en torno a nuevos créditos.
Funcionarios griegos dijeron, sin embargo, que las propuestas no irían mucho más allá del plan que envió a la zona euro la semana pasada, antes de que los votantes rechazaran los términos del rescate en un referéndum.
Los líderes de Alemania y Francia, Ángela Merkel y Francois Hollande, afirmaron el lunes que la puerta sigue abierta para un acuerdo que salve a Grecia de caer en una debacle económica que la obligue a abandonar el euro.
Sin embargo, Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, dijo al Parlamento Europeo que "hay algunos que abiertamente o en secreto están trabajando para excluir a Grecia de la zona euro".
Juncker no dio nombres, pero se presume que se refería al ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, quien no ha ocultado su escepticismo acerca de la capacidad de Grecia para seguir en el bloque monetario y la semana pasada sugirió una salida "temporal".
Desde la perspectiva griega, es clave para lograr algún acuerdo políticamente aceptable que haya un compromiso más firme de Merkel y los demás prestamistas para reestructurar los plazos de pago.
Un escenario en el que los prestamistas griegos se queden sin dinero y el banco central se vea forzado a imprimir su propia moneda podría implicar la salida de un país de la zona euro por primera vez desde que se lanzó la divisa, en 1999, lo que crearía un precedente y aumentaría las dudas sobre la viabilidad de la unión monetaria a largo plazo.
Tras el abrumador apoyo al "No" en el referendo del domingo, Tsipras reemplazó a Yanis Varoufakis por Euclides Tsakalotos, un economista y profesor, al mando del Ministerio de Finanzas.
"La presión está especialmente sobre los griegos, los bancos están cerrados y la situación es difícil. Supongo que al Gobierno griego le interesa presentar pronto soluciones serias y creíbles", dijo el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
En Grecia pretenden mantener una reducción del impuesto al valor agregado (IVA) para las islas y recortes limitados en el gasto en defensa. También quieren esperar hasta 2019 para retirar un ingreso complementario para los pensionados más pobres, de acuerdo con funcionarios, informó la agencia Reuters.
El cierre de los bancos en el país europeo como consecuencia del control de capitales impuesto se prolongará al menos hasta el jueves y los retiros de dinero siguen limitados en 60 euros al día. La bolsa de Atenas estará cerrada el martes y el miércoles para evitar la especulación.
PUBLICADO: 07 de julio de 2015