El gigante estadounidense General Electric (GE) anunció otra reducción de dividendos, en medio de pérdidas continuas, y reveló que la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos amplió una investigación sobre la contabilidad de la compañía.
GE reportó una pérdida en el tercer trimestre de USD 22.800 millones, luego de una caída masiva del valor de los activos clave del gigante industrial, una medida que provocó un nuevo escrutinio por parte de las autoridades estadounidenses, según indica un reporte de Bloomberg.
El presidente ejecutivo de la compañía, H. Lawrence Culp, quien fue nombrado a principios de octubre, también anunció un plan para dividir el muy debilitado negocio de Energía.
El CEO que llegó al cargo con unas expectativas que ahora el mercado comienza a reconocer como muy optimistas, pidió calma a los inversionistas y señaló que una recuperación sólida de GE tomará tiempo. El discurso se adscribe a las normas al uso en estos casos.
Las expresiones moderadas de Culp calleron como un "baño de agua fría" a los inversionistas de la empresa, luego de que las acciones subieran en las jornadas previas a la publicación de resultados.
La directora financiera de GE, Jamie Miller, reveló que la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), decidió llevar más lejos una investigación administrativa sobre la gestión de contabilidad de la compañía.
El problema fundamental es determinar en qué condiciones se pagaron los USD 22.000 millones que pagó GE en 2015 por los activos del negocio de energía de la francesa Alstom. "El Departamento de Justicia también está investigando", dijo Miller.
GE redujo el dividendo trimestral a solo un centavo, desde 12 centavos de dólar. Había sido 24 centavos antes de un recorte de noviembre de 2017.
Malas expectativas
Este resultado es especialmente preocupante para GE, porque un un incremento de 1.653% en comparación con los USD 1.300 millones de pérdida que reportó la corporación en el tercer trimestre de 2017, pero este resultado es un caso puntual derivado de la depreciación de USD 22.000 millones, que anunció la empresa en octubre.
En consecuencia, esta variación porcentual no refleja la realidad financiera de la empresa de manera absoluta, pero genera expectativas que la gerencia debe mejorar. De hecho, los ingresos de GE solo bajaron 3,6%, a USD 29.600 millones. Esta tendencia se explica por la caída del negocio energético de la corporación.
Aeronáutica y Salud, por ejemplo, registraron incrementos de sus ingresos, al igual que Petróleo y Gas No obstante, las acciones de GE han registrado caídas importantes y en un solo día perdieron 8,8% para alcanzar un mínimo histórico en nueve años.
Dando tumbos
Como suele ocurrir en los equipos deportivos, cuando los tiempos malos llegan, el manager "paga los platos rotos". John Flannery fue despedido en octubre, en buena medida porque el mercado leyó que su plan de vender unidades de negocio rentables para focalizar la empresa en negocios más conocidos, no parecía una buena idea.
Flannery quería vender el negocio de Salud de GE que se ha revelado como un proveedor confiable de ingresos a la compañía, y también estaba pensando reducir las operaciones de Petróleo & Gas.
Con la llegada de H. Lawrence Culp, las aguas se calmaron, pero hasta ahora el nuevo jefe ha presentado un planteamiento general de "dividir el negocio de energía eléctrica en dos unidades, una enfocada en servicios de gas e industriales y la otra que incluye vapor, soluciones de red, conversión nuclear y de energía", dice un reporte del portal Estrategia&Negocios.
Básicamente, el gran negocio de equipos de generación de energía de GE está golpeado por el crecimiento de las fuentes de energía renovables, lo que supone un cambio estructural de las condiciones competitivas para la corporación que luce lenta para responder el desafío. Mientras tanto, la demanda de sus turbinas viene bajando peligrosamente.
PUBLICADO: 31 de octubre de 2018