Aunque no existen cifras oficiales que confirmen la crisis económica, la población siente los efectos de esa realidad día tras día, lo que ha terminado por traducirse en un clima general de tensión y múltiples hechos violentos en distintas zonas del país.
Inflación sobre 150%, escasez por encima de 60% y un aparato económico contraído son los ingredientes clave. Esto degenera en una pérdida constante de la capacidad de compra de los salarios, ruptura del ritmo normal de circulación de billetes y el florecimiento de contrabandistas o bachaqueros, que sacan provecho de lo obvio: la distorsión de los precios y la menor oferta de productos.
De acuerdo con la firma Econométrica, el salario mínimo de 1999 (de Bs 120) permitía comprar lo que hoy se compra con 9.226,95 bolívares, en un contexto de controles de cambio y de precios vigentes desde 2003.
El fenómeno social del bachaqueo, que lleva años operando principalmente en la frontera con Colombia, se topó ahora con un discurso al unísono de los voceros del alto Gobierno. Ante la cercanía de las elecciones parlamentarias, y como parte del discurso de preparación de la campaña electoral, tales voceros han arremetido contra los bachaqueros catalogándolos como enemigos del pueblo; pero endosándoles el apellido de mafias de la burguesía, que operan en el marco de la llamada “guerra económica” contra el Ejecutivo.
Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis, sostiene que “la crisis no da espacio para seguir jugando a que no pasa nada ni al discurso político de culpables imaginarios. Es indispensable ajustar”.
A su juicio, sin ajustes económicos racionales el Gobierno corre el enorme riesgo de perder la "guerra económica" que inventó. Argumenta que “el discurso de la guerra económica se desdibuja con el tiempo y el deterioro que afecta la vida cotidiana de la población”.
León indica que “ofrecer como solución amplificar el control y el intervencionismo, que ya aplican hace una década con total fracaso, es trágico”.
Discurso oficial
Desde el Gobierno no se han anunciado políticas concretas que ataquen las causas que dieron lugar al bachaqueo. Lo que vienen haciendo los funcionarios, con el Presidente Nicolás Maduro a la cabeza, es llamar a la población a ver como enemigo al bachaquero.
Maduro incluso dijo que próximamente lanzará contra ellos un plan igual a la Operación de Liberación y Protección del Pueblo (OLP); mientras que el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, hizo un llamado de acción: “vamos a la calle, vamos a buscarlos, vamos a aplicarles la justicia; vamos a hacerlo, porque esos son enemigos del pueblo”.
Por su parte el defensor del Pueblo, Tarek William Saab, dijo a Globovisión que está “de acuerdo con que se enfrente el delito del bachaqueo, pero dentro del marco de la ley y dándole competencias a quien la tiene” Con respecto a la práctica que están adoptando algunas alcaldías de detener a los bachaqueros y ponerlos a realizar labores comunitarias indicó: “Si cometió un delito, póngalo a la orden del Ministerio Público y esto no debe ser tomado para bullying”.
Reacción política
En una reacción a tales afirmaciones gubernamentales, este lunes el presidente ejecutivo del partido opositor Un Nuevo Tiempo (UNT), Enrique Márquez, consideró las declaraciones de Cabello como “un llamado a la violencia con el enfrentamiento del pueblo contra el pueblo”.
Calificó de “irresponsable y peligroso” el llamado que hizo Cabello y cuestionó la estrategia para enfrentar la crisis económica.
“Es descabellado e injusto, señor Cabello y presidente Maduro, señalar y satanizar a la inmensa mayoría de venezolanos que están haciendo colas, como bachaqueros. En esas colas hay amas de casa, padres y madres de familia desesperados por comida y medicinas”, expresó.
Márquez expresó que el bachaqueo es una de las consecuencias de la situación causada por la inflación, la escasez y la falta de producción, según un comunicado del partido.
PUBLICADO: 10 de agosto de 2015