La película dirigida por Ignacio Castillo Cottin se estrenó el 25 de noviembre y hasta 17 de diciembre era el tercer filme venezolano más visto en 2016 con 14.258 espectadores.
El juez Salvador Mata García ordenó la suspensión inmediata de la proyección en cines de la película “El Inca” y la difusión de materiales promocionales en los diferentes medios. Medida cautelar dictada en el marco de un amparo constitucional introducido por los familiares de Edwin “El Inca” Valero, quienes alegaban que con la proyección de la película se atentaría contra su honor y vida privada.
Para Ignacio Castillo Cottin, director del film, esta suspensión constituye una violación de la libertad de expresión. Añade que la obra censurada es una obra artística y una versión libre de la vida pública del boxeador construida con información reseñada en prensa, entrevistas a familiares y amigos, entre otras herramientas.
Cabe destacar que esta medida incluye otras exigencias. “Esta tarde entregamos en el tribunal el DCP master, que sirve para sacar las demás copias… Fue otra de las exigencias. Si permitieran proyectar mañana la película, no tendría cómo hacerlo. Los exhibidores se vieron obligados a borrar las que poseían”, contó el director, quien no duda que su filme iba a convertirse en el más visto del año.
Asimismo, la medida embarga los beneficios económicos que generó”. En tal sentido, el también hijo de Leopoldo Castillo, asegura que estudian ir a otras instancias, como el Tribunal Supremo de Justicia. Argumenta que el foco del film no están en los hijos que tuvo Valero con su esposa, sino generar debate sobre el grave problema representa “la violencia intrafamiliar”.
El Inca; sin embargo, no es la primera película venezolana que ha sido censurada.
El crítico de cine Rodolfo Izaguirre recuerda al respecto que la censura más notoria hasta ahora había sido Ledezma, el caso Mamera (1981) de Luis Correa, quien fue acusado de apología del delito, preso, y cuyo filme no pudo ser proyectado en salas de cine. En los 70 un obispo de Maracaibo quiso prohibir la exhibición de Manuel de Alfredo Anzola. “Era la historia de un cura que tiene amores con una muchacha, pero al mismo tiempo simpatiza con unos sindicalistas. Otro caso fue El Cabito, sobre Cipriano Castro. La gente de Táchira se molestó porque pensaban que era un irrespeto al gentilicio de la región”.
Jonathan Jakubowicz señala, a su vez, que Cuando salió Secuestro express abrieron dos juicios, uno en contra de la película y otro en contra mía. Pedían de 6 a 10 años de cárcel. Consideraba el entonces presidente Hugo Chavez que la película ofendía a las Fuerzas Armadas al mostrar a un soldado homosexual”.
Por su parte, Bernardo Pulido, abogado defensor de Pa'los Panas Producciones, explicó que si una persona se siente agredida por la expresión de alguien puede demandar por calumnia, injuria o difamación, pero luego esto habría que demostrarlo, y si se logra procedería una medida de reparación monetaria.
PUBLICADO: 20 de diciembre de 2016