Los millennials se precian de ser camaleónicos y adaptarse fácilmente a las nuevas tecnologías. Y si bien revolucionaron los canales de comunicación y mil cosas más, ya son parte del pasado. El 30% de la población mundial pertenece a la generación de relevo que nació a partir del año 1995 y que llegó echando por tierra todo lo que tanto les costó hacer. Mientras la Generación X y los millennials se acostumbran a subir stories a Instagram, la Z exige un cambio en el marketing que deja por fuera los textos y las ventas directas.
María Alejandra Almenar
Aunque les duela, los millennials son cosa del pasado. Se han hecho viejos y el mercado debe ajustarse a la generación siguiente.
La generación Z comprende a los nacidos entre 1995 y 2010, un conjunto de adolescentes o adultos jóvenes que han crecido con el desarrollo de la inteligencia artificial y el Internet de las cosas ante sus ojos y directamente en sus manos. Así pues, sus formas de consumo son distintas y por ende, exigen un marketing ajustado a sus necesidades. Y es que sin quererlo, las agencias de publicidad cuando se adaptan al marketing digital, lo hacen para servir a esta nueva generación que es la más demandante a la que hayan tenido que enfrentarse.
Conociendo a los Z
La generación post modernista que representa un tercio de la población mundial, se precian de ser manejadores de múltiples pantallas, nativos en lo digital, autodidactas –o alumnos de tutoriales en vez de manuales-, 
enfocados en el trabajo y el éxito personal, hambrientos de conocer el mundo, con la capacidad de pasar a la acción con total facilidad, diversos, autosuficientes y creativos… y la Colonia Tovar (bueno, seguramente este chiste no lo entienden)
De soluciones rápidas y prácticas, son personas orientadas a las imágenes más que a los textos, generadoras de contenido y con ganas de cambiar al mundo. No obstante, son realistas, no idealistas, emprendedores, avocados al voluntariado, negados a obedecer a un jefe, dedicados a monetizar sus hobbies y unos increíbles desarrolladores de nuevas profesiones.
Podría pensarse que estamos hablando de súper humanos, pero en realidad estos chicos de 25 años o menos también tienen debilidades: ser hijos únicos o criados en familias migratorias y vivir permanentemente conectados a una pantalla, los hace tener menor capacidad para interactuar socialmente y creerse merecedores de respuestas y soluciones en el término del tiempo en que acceden a una red social. Por si fuera poco, no entienden la diferencia entre el mundo real y el virtual, no conocen los límites geográficos y son tecnológicamente dependientes.
Publicidad mutante
Las estrategias de marketing para estos “niños” no pueden ser iguales. Todo tiene que cambiar y hacerlo rápido si se les quiere hacer cautivos –sólo por un tiempo, que no tienen tanta atención. A continuación PRODUCTO hace una lista de 10 recomendaciones para enamorar a los tiernos hijos (¿o serán engendros?) del Internet de las cosas.
1.-Sin trucos
Los abanderados de la Z no son ingenuos. Conocen muy bien los productos y saben específicamente lo que quieren. Son poco manipulables, así que hay que presentarles el producto de la manera más clara posible, sin adornos ni trucos. Todo los anterior puede grajearle su lealtad a una marca.
2.-Ser Zparlante
Aunque son capaces de manejar el idioma de una manera elegante y sofisticada y de entender a los más cultos interlocutores, no le prestarán atención nunca a quienes no le hablen de la misma forma en que ellos se expresen. Así que aunque Andrés Bello llore donde quiera que esté, veremos deformaciones del idioma en los medios masivos como algo normal y aplaudido.
3.-Ver pero no leer
Los largos textos no tienen sentido para quien ha crecido viendo videos. Toda la información que se les quiera hacer llegar, debe presentarse en imágenes de gran carga simbólica que les permita digerir en un solo bocado, todo aquello que se les quiere brindar.
4.-Pensar online, comprar offline
Los representantes de la generación Z han crecido con la información al alcance de un clic. Tienden a informarse en la nube sobre lo que les interesa para luego buscarlo en el mundo real, ya sea comprar o experimentar. Si lo que encuentran en el mundo real no satisface las expectativas de lo que le vendieron online, se decepcionan fatalmente.
5.-Innovar… todo el tiempo
La generación Z no es leal a una marca, sino a su necesidad de experimentación. Su marca, mejor amigo, lugar, página web favorita, dura mientras no llegue algo que les genere una mayor curiosidad. Si quieren mantenerlos fieles, enciendan la máquina de innovación permanente
6.-Admiración selectiva
Los celebrities tradicionales no los impresionan. Se dejan encandilar por generadores de opinión que se expresen por las redes sociales y estos, nacen y crecen casi a diario.
7.-Marcas no, valores
No olvidemos que quieren cambiar al mundo. Y lo quieren hacer a través de todas sus acciones, de manera que no los seduce una marca por ser mejor que otra sino por tener valores asociados a sí misma que promuevan mejoras para su entorno. Prefieren comprar productos muchos más costos si estos generan un impacto positivo o es coherente a su forma de ver la vida.
8.-Flirtear, sin acoso
La publicidad directa los espanta. Saben cuando se les está vendiendo algo y huyen de los mensajes directos. Son compradores escépticos, no les interesa que los aborden, sino que los conquisten. Una marca tiene que demostrarle por qué es digna de que ellos sean sus clientes.
9.-Corto pero contundente
Un consumidor que puede manejar hasta cinco dispositivos diferentes, todos con temas o tareas distintas no tiempo ni le interesa fijar su atención en un contenido largo. Cualquier mensaje que dure más de 8 segundos será descartado y olvidado. Los mensajes deben ser cortos, impactantes y como dijimos antes, concentrados en una imagen de poder.
10.-Vive, luego compra
La experiencia y el conocimiento asociado a ella es mucho más importante que el producto o servicio. No se le vende a un Z un producto, sino todo lo que puede hacer con él, lo que puede aprender y cómo puede impactar al mundo en mediana o gran escala al usarlo.
Las demandas de esta generación superan las de cualquier otra que haya pasado antes y el marketing que recién estaba ajustándose al entorno digital, debe crecer y desarrollarse rápido para atender a los nuevos adultos que tendrán el mayor poder de compra en los próximos años. Lo que vendrá después luce desafiante y aterrador… pero los millennials estarán en el retiro cuando la nueva generación llegue y en se tiempo, las marcas y las agencias de ahora recordarán con añoranza los viejos tiempos en los que retener la lealtad de la generación X era un desafío y hacer que la baby boommer comprara por internet era una proeza.
PUBLICADO: 13 de marzo de 2018