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Masiva campaña del gobierno para defender su "paquete" es desmentida por la realidad

Cecilia Pachano es coordinadora de Miami Diario, en los Estados Unidos. Por años fue profesora en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Santa María (USM), y tiene una maestría en Seguridad y Defensa Nacional por el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional (IAEDEN). La experta conversó con PRODUCTO sobre las políticas comunicacionales del Gobierno.

En primer término, le consultamos sobre el ataque de medios que manejó el oficialismo con el “paquetazo” de medidas económicas, anunciado por el presidente Nicolás Maduro, el pasado viernes 17 de agosto. “Desde el punto de vista económico tengo poco que opinar”, comienza por poner en claro.

El tiro por la culata

“Desde la óptica comunicacional, en esta ocasión -contrario a otras veces- las estrategias no han sido tan eficientes, a pesar de ser el Gobierno un monstruo comunicacional”, aporta la analista, y añade: “esos monstruos funcionan hasta que chocan contra la realidad. Por mucho aparataje que tengan es allí cuando se desmorona todo”, indica.

Pachano dice que luego de los anuncios, especialmente el del aumento salarial, muchos de los pagos se hicieron a través del portal patria.org.ve, pero el día cuando se debía cobrar, dicho portal estuvo bloqueado por 48 horas. Eso atentó contra lo dicho por los oficialistas en su campaña de medios, en primer lugar.

Luego, remarca que las transferencias tardaron entre 3 y 5 días en hacerse efectivas. “Ese delay de una semana eso es mucho en cuanto a la capacidad de compra”, calibra Pachano.

La experta dice que además se produjo un aumento de todos los rubros antes del primer cobro del incremento salarial, lo cual le parece “un error estratégico” en lo comunicacional. “Todo eso choca con la realidad”, dice para explicar por qué esta vez "al cazador se le fue la liebre".

Cecilia Pachano va más allá: asevera que el Gobierno ha tenido un gran aparato comunicacional, “pero sobre todo propagandístico. Tiene a excelentes publicistas, sobre todo extranjeros. Un ejemplo es que los jingles son muy pegajosos”, concede al "César lo que es del César".

Pero toma distancia. No es lo mismo la política informativa, en su criterio. “Jorge Rodríguez es un hábil manipulador, aplica sus conocimientos de psiquiatría en ello, pero hasta la manipulación tiene un techo”, despacha por la libre, y recuerda aquella conseja según la cual “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad; pero eso es para quien quiere creerlo. Aunque te lo adornen, si ya no quieres creerlo, no te convencen”, afirma en torno a lo que justamente le está comenzando a ocurrir al tinglado rojo rojito.

Dos frentes de ataque

La profesora dice que el Gobierno tiene dos frentes en su imagen: los líderes como Tarek El Aissami, o el mismo Nicolás Maduro, que siempre hacen gala de un aspecto impecable en sus alocuciones televisadas. Y la dimensión del pueblo llano, que “es el arquetipo de la persona morena, solo hacia los afrodescendientes, cuando nuestro mestizaje abarca todos los colores”.

Se refiere a la célebre imagen de El Libertador, Simón Bolívar, que el chavismo ya ha hecho popular, muy amulatada. “Al abuelo de Bolívar le gustaban las esclavas, pero el mismo cuadro que Bolívar en vida dijo que más se parecía a él, era de rasgos muy europeos”, garantiza. “Hay un cliché hacia los afrodescendientes, que es muy explotado”, lamenta la portavoz.

-¿Qué hay de ese inmenso andamiaje de radios comunitarias que ha logrado levantar el Gobierno?

-Se crearon bajo el principio del servicio a las comunidades, pero terminaron más bien al servicio del gobierno central. Se pensaba que iban a trabajar con los poderes locales, para quitar un poco de peso al gobierno central. Allí hay una paradoja no resuelta.

Sobre algunos periódicos gobiernistas como Ciudad CCS y Ciudad Petare, la analista expresa que “se imprimen y nadie los lee. Es un proceso de información, pero no de comunicación, porque no hay un retorno, en realidad”, establece de manera categórica. “Hay un proceso de propaganda y uno informativo unidireccional”, resume la cosa en dos platos.

Sobre la publicidad exterior y las piezas publicitarias audiovisuales, remata diciendo que acá es “todo muy acorde con un enfoque de imagen corporativa. Pero hay un principio de percepción según el cual el abuso de estímulos produce una respuesta de evasión y sordo-ceguera selectiva al mensaje. Por eso los estrategas de la comunicación recomiendan no saturar a la audiencia. Llega un momento que atosigar al auditorio se vuelve en contra de la efectividad del mismo”, precisa.

“Pero a estas alturas honestamente creo que poco importa si el mensaje llega o no, lo que hay es una forma de justificar contratos y gastos con esas piezas publicitarias, que terminan en coimas y desviación de recursos”, fustiga la entrevistada, y da por rematada la conversación.

 

 


PUBLICADO: 15 de septiembre de 2018