La empresa francesa de telecomunicaciones Orange, que pertenece a France Telecom, notificó su decisión de abandonar su presencia en Israel, país donde operaba a través de una franquicia a cargo de la proveedora de servicios de telefonía celular Partner Communications.
Esta decisión generó reacciones desde el más alto nivel del Gobierno israelí como parte de una polémica en la que muchos consideran que se trata de una medida antisemita.
Haim Saban, dueño del paquete de control accionario de Partner Communications, señaló que Orange “capituló ante las presiones de toda clase de organismos antisemitas”, ante lo cual emprenderá acciones porque, afirma, “hemos firmado un contrato con ellos (Orange)”.
La empresa, que pertenece en 25% al Estado francés, dijo que no hay razones políticas detrás de esta decisión, y que todo responde a la intención de retirarse de los países en los que la marca no es una operadora. Las dos firmas mantienen un contrato de licencia, que permite a Partner utilizar la marca y la imagen de Orange a cambio de regalías.
No obstante esta explicación, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió a París que se distancie de la "miserable" decisión del operador. "Pido a nuestros amigos que declaren de forma incondicional (...) que se oponen a cualquier tipo de boicot al Estado de los judíos".
El conflicto interno
La decisión de Orange no es un hecho aislado. Israel viene recibiendo fuertes presiones para que libere los territorios que ocupa y en buena medida atribuye estas acciones al movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) contra Israel.
Las versiones de prensa que se manejan en ese país indican que la empresa estaría actuando a favor de esta causa.
Al parecer cinco organizaciones no gubernamentales y dos sindicatos ya habían instado a Orange a que pusiera fin a su colaboración con Partner y le habían pedido que denunciara “los ataques contra los derechos humanos cometidos por" esa empresa.
PUBLICADO: 05 de junio de 2015