El escándalo provocado por el descubrimiento de que la empresa automotriz alemana Volkswagen instaló en sus vehículos a diesel un software que altera los datos en las evaluaciones de emisión de carbono se agrava y extiende desde el lunes.
En septiembre, la empresa reconoció haber instalado en 11 millones de automóviles el programa, para sesgar los resultados de los tests de contaminación.
Ahora se conoce que la compañía también usó dispositivos para sortear controles de polución en otros motores, más potentes, utilizados en los modelos Audi y Porsche. El anuncio lo hizo la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. La corporación alemana, sin embargo, desmiente esa información.
“Nuevamente Volkswagen no cumplió las obligaciones de ajustarse a las leyes que protegen la calidad del aire que respiran los estadounidenses”, dijo Cynthia Giles, responsable citada por la agencia en el comunicado en el que se divulga la información.
“Ningún programa fue instalado en los motores de 3 litros V6 para modificar de manera inapropiada” los controles de polución, afirmó Volkswagen en otro comunicado.
La investigación contra Volkswagen implicaba motores de 3 litros de cilindrada en automóviles de media gama: Jetta, Jetta Sportwagen, Beetle, Audi A3, Golf y Passat, según los modelos, entre 2009 y 2015.
Pero según el anuncio, los dispositivos también fueron instalados en motores de 3 litros de los modelos Audi A6, A7, A8, Q5 y Porsche Cayenne, y en los Volkswagen Touareg, indica el comunicado.
Los motores habrían sido instalados en modelos de 2014 hasta 2016, precisó la fuente.
“Tenemos pruebas flagrantes de violaciones” a las normas, añadió Giles, quien anunció que las investigaciones continúan.
Porsche se declaró sorprendida por las acusaciones. “Hasta esta notificación, todas las informaciones han demostrado que Porsche Cayenne respeta totalmente las normas”, reaccionó la filial estadounidense del grupo.
El escándalo de Volkswagen, que comercializa 12 marcas y que fue brevemente líder mundial del sector en el primer semestre de 2015 antes de perder su puesto frente a Toyota, podría tener consecuencias en el conjunto de la economía alemana y en el prestigio de los productos de ese país.
PUBLICADO: 03 de noviembre de 2015