La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) emitió un comunicado en el cual manifiesta su más estricta solidaridad con la prensa de Nicaragua, luego de los múltiples ataques de los cuales viene siendo objeto.
Del mismo modo, el ente hace responsable al mandatrio del país centroamericano Daniel Ortega por los hechos de violencia en contra de medios, periodistas y sus familiares.
La SIP exige que cesen de inmediato los actos de intimidación, agresión y amenaza, al tiempo que encarece una investigación seria que permita “cumplir las medidas de protección a periodistas y sus familiares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, según se lee en el documento.
Ortega promovió a principios de año reformas en el sistema de Seguridad Social de la nación centroamericana, lo que desató una oleada de violencia que –al 5 de septiembre- ha dejado un saldo de 481 muertos y unos 3.962 heridos, según un comunicado de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).
Solidaridad automática
El gobierno de Nicolás Maduro ha cerrado filas en torno a la gestión de Daniel Ortega, cuyas fuerzas policiales han reprimido al pueblo nicaragüense con verdadera virulencia. El representante alterno de Venezuela ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Henry Suárez, ha dicho que “la violencia registrada en Nicaragua fue promovida por elementos externos que buscan desestabilizar al gobierno de Daniel Ortega”.
En efecto, las reyertas de Nicaragua han sido comparadas con los sucesos acaecidos en Venezuela durante el primer semestre del año pasado, donde hubo casi 150 muertes en las calles. La situación con la prensa también es similar. La semana pasada la directora del capítulo venezolano del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), Marianela Balbi, dijo que la situación con los medios es actualmente muy delicada, y que el ecosistema de comunicación –tal como venía siendo entendido- ha comenzado a desparecer.
Sobre los ataques a la prensa libre en Nicaragua, la SIP ha sido contundente: “En esta etapa de violencia y crisis institucional, los periodistas y medios de comunicación independientes, así como los ciudadanos críticos al gobierno, son un objetivo gubernamental y de los grupos paramilitares que actúan protegidos por el Estado, como lo han documentado organismos internacionales de alta solvencia y credibilidad. Dentro de las víctimas se cuentan los periodistas nicaragüenses que asumen grandes riesgos para informar en este clima de violencia y caos, y que por esa razón son amenazados, agredidos, detenidos, difamados, y son objeto de ataques físicos que devienen en muerte”, indica el texto de la SIP.
Valentía galardonada
En este orden de ideas, es importante remarcas que la SIP concedió el Gran Premio Libertad de Prensa 2018 al periodismo independiente en Nicaragua, por el “profesionalismo y valentía frente a la violencia indiscriminada del régimen de Daniel Ortega”, se lee en un despacho del diario La Prensa, de Managua.
“Desde abril de este año la prensa nicaragüense ha afrontado con valentía las presiones, la intimidación y el acoso, sin desmayar en su denuncia rigurosa de la violación de los derechos humanos y la violencia indiscriminada del régimen de Daniel Ortega”, dijo el doctor Marcel Granier, quien preside la Comisión de Premios de la SIP, y también estuvo al frente por años del canal RCTV, cuyos activos fueron confiscados por el gobierno de Hugo Chávez, en un acto que fue leído como una agresión a la prensa libre venezolana.
El pasado 21 de abril, el periodista Ángel Gahona fue ultimado de un disparo en la cabeza, mientras daba cobertura a las protestas en contra de las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) en Bluefields. Por otro lado, los corresponsales de Canal 10, Paco Espinoza y Roberto Collado Urbina, han sido objeto de persecución y amenazas por parte de grupos afines al gobierno de Daniel Ortega.
Los anteriores casos son sólo una parte de un vasto y completo andamiaje represivo desplegado contra los reporteros en Nicaragua, que parece hacer parte de una franquicia de extrema izquierda, a la cabeza de la cual estaría -sin duda- la añeja dictadura cubana.
PUBLICADO: 05 de septiembre de 2018