La política exterior del nuevo presidente de los Estados Unidos es un misterio no solo para Venezuela, sino para toda la comunidad internacional
Durante la madrugada del nueve de noviembre de 2016 el mundo se sorprendió al conocer que el empresario y candidato por el partido Republicado, Donald Trump, ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos, contrariando así todo pronóstico. El magnate se impuso ante la demócrata Hillary Clinton tras alcanzar 290 votos del colegio electoral norteamericano, 20 más de los requeridos. Para Venezuela, el presidente número 45 de EE.UU. supone un reto en las relaciones diplomáticas, así como en las económicas.
Trump durante su periodo de campaña aseguró que la crisis económica y política de Venezuela se debe a que el país llegó “a la ruina” por las políticas públicas de tendencia socialista que se han implementado en los últimos 17 años. No obstante, el republicano aseguró en sus acciones como presidente tendrá consideración “con los oprimidos” venezolanos al tiempo que catalogó como “un gran pueblo” a los ciudadanos que conforman Venezuela.
Entrevistado por PRODUCTO, el director de ORC Consultores, Oswaldo Ramírez, explicó que Trump “usó como ejemplo a Venezuela para recalcar que el socialismo era un sistema ideológico negativo en comparación con las banderas que presentó durante su campaña”. Además Ramírez supone que se elevarán los estándares para otorgar visas a USA desde Venezuela. “Es posible regresen venezolanos desde Estados Unidos, como consecuencia de la aplicación de las políticas migratorias y la postura de Trump sobre este tema, en especial latinoamericanos que podrían ser considerados una amenaza a la seguridad de Estados Unidos”.
El consultor dijo que “sobre la corrupción y los derechos humanos en Venezuela, Trump también se manifestó en su campaña presidencial y se espera que desde la Casa Blanca tome acciones para actuar sobre dinero de la corrupción venezolana en el sistema financiero americano”. Ramírez dice que “obviamente Trump mantendrá la política de congelamiento de bienes y propiedades de aquellos venezolanos que han sido señalados de corruptos por el sistema de justicia de EE.UU.”
En relaciones comerciales, no se vislumbran modificaciones importantes. Oswaldo Ramírez manifiesta que un aspecto negativo de lo que podría ser la gestión de Donald Trump es “la total ignorancia” de la región. Desestimó que el nuevo presidente de EE.UU. caiga en retórica y discursos combativos directos con los políticos venezolanos, “pues sus políticas son orientadas más a lo que se denomina el soft power”. Si Trump es coherente con lo que ha dicho hasta ahora de EE.UU. y su relación con el mundo, “no ocupará su tiempo en la agenda venezolana”.
Para conocer el panorama diplomático real de las relaciones entre EE.UU. y Venezuela, así como sus relaciones comerciales, “será necesario saber cuáles serán las figuras que designe Trump en puestos claves en su gabinete”. Oswaldo Ramírez plantea que “Estados Unidos va a continuar apelando a la resolución pacífica del conflicto venezolano y veremos más esfuerzos para impulsar el diálogo. Pero si Venezuela llega a convertirse en foco de disturbios harían lo posible para que no comprometa la estabilidad de Suramérica”.
PUBLICADO: 09 de noviembre de 2016