La empresa Beirsdorf, fabricante de la marca Nivea y el gigante anglo-neerlandés Unilever, productor de Dove, acudieron al Tribunal Supremo alemán el pasado mes de abril por una disputa en torno al derecho de cada marca de usar el color azul. Finalmente, Nivea ha ganado la disputa.
Peter Baukelmann, abogado de Beiersdorf, presentó un recurso ante los cinco jueces de la corte en contra de la sentencia del Tribunal de Patentes alemán, que hace dos años dio la razón a Unilever, que exigía anular el derecho de la marca germana a emplear en exclusiva el color azul (concretamente, el Pantone 280C).
Según el portal marketingdirecto.com, el tribunal ha aceptado como válido que sea suficiente a nivel jurídico que 58% del público asocie el color con la marca Nivea para considerarla renombrada, y ordena al Tribunal Federal de Patentes a repetir su sentencia, que deberá ser estimativa de los intereses de Beiersdorf.
Baukelmann defendió que desde 1925, Nivea utilizaba el color no solo de manera decorativa, sino que constituía en sí mismo un elemento distintivo del producto, cuyo valor, según los analistas de mercado, asciende a 2.500 millones de euros.
Por su parte, Christian Rohnke, representante de Unilever, consideró que el uso exclusivo del azul por parte de Beiersdorf supone un perjuicio en materia competitiva. “Hay decenas de competidores que utilizan el color azul combinado de diferentes maneras como parte de su imagen”, insistió.
PUBLICADO: 30 de noviembre de 2015