Las causas sociales conmueven a las masas. En este 2018, la maquinaria hollywoodense ha desplegado todo su arsenal para convertirse en defensores de la mujer y la igualdad de género, uniendo a más de 3o00mujeres del gremio para lograr recaudar más de 15 millones de dólares en poco más de un mes –¡vaya sexo débil!. Sin embargo, este esfuerzo por lavarse la cara, no ha resistido la tentación de generar ganancias económicas abriendo un interesante debate la mercantilización de un reclamo social. Conozca con PRODUCTO, sobre el tema.
María Alejandra Almenar
En los recientes eventos mediáticos de Hollywood hemos visto todo un despliegue feminista alrededor de la campaña Time’s Up: trajes negros, rosas blancas, mensajes cargados de contenido social a favor de la igualdad de género y acusaciones directas a distintas personalidades por acoso sexual. Pero, más allá de todo el fervor por lograr condiciones justas, se ha generado un mercado alrededor del lema en el que se incluye como principal bandera, la moda.
El debate está servido sobre los altos precios de prendas que tienen como único atractivo, el mercadear un lema que pretende aglutinar a las mujeres con un fin común para nada vanidoso.
El movimiento
En octubre de 2017, el diario The New York Times publicó una investigación sobre el productor de cine Harvey Weinstein basada en docenas de testimonios de sus empleados sobre distintos casos de acoso sexual en él que se vio involucrado. A partir de entonces, personalidades como Angelia Jolie y Gwyneth Paltrow, hicieron acusaciones públicas sobre abuso y acoso y se destapó un gran escándalo, en el que la disparidad de género y el acoso sexual, han sido los protagonistas.
Para enero de 2018, más de 300 mujeres del mundo de Hollywood habían firmado una carta uniéndose al movimiento que exige una legislación sobre la paridad en los sueldos, la penalización a empresas que toleren el acoso como forma de trato y la creación de un fondo de ayuda legal y psicológica a víctimas de estas situaciones.
Molestas sí, ¿sencillas? ¡Jamás!
Más allá de los lujosos trajes negros que las estrellas lucieron en la edición 2018 de los Globos de Oro, hay una incipiente industria que pretende usar a la moda como bandera de este movimiento. El lema Time’s Up se puede ver en la ropa de estrellas de la industria del cine como Meryl Streep o Eva Longoria, quienes han tomado las creaciones de la marca Franca Lingua como su forma de portar el mensaje.
Cada una de estas camisetas, tienen un costo de nada más y nada menos que de 380$ (cifra que es grosera traducirla en bolívares, por eso no lo haremos), a diferencia de los productos de merchandising que ofrece la página oficial del movimiento, en donde se pueden conseguir camisetas parecidas por un costo de alrededor de 120$. La razón de esta importante diferencia, radica en la calidad de las telas, los bordados a mano y los diseños originales que difunde la marca, porque siempre se puede protestar con glamour.
La marca dona 100$ por la venta de cada pieza al fondo de recaudación del movimiento, mientras que el 100% de las ganancias adquiridas por los productos comprados directamente con el mismo, son entregados a las actividades sociales y sus beneficiarios.
Un debate glam
Voces afines al movimiento Time’s Up, como la escritora Jessa Cripin, acusan a la marca Franca Lingua y a sus compradoras de mercantilizar el movimiento. La posibilidad de aprovechar una ola comunicacional en contra del acoso sexual y la disparidad de género y convertirla en una posibilidad de negocio, hace cuestionar a más de uno, el verdadero propósito de tanta movilización.
Ante tal acusación, la vocera de la marca, Rachelle Hruska, responde que “no se trata de vender sweaters a las masas” y que cree que “es válido que algunos piensen que estamos mercantilizando el movimiento. Sabemos que no somos perfectos y estamos dispuestos a mejorar. Dicho esto, creo que es mejor que no hacer nada”. La aseveración sobre vender “Sweaters a las masas”, se ha interpretado como un enfoque discriminatorio, sobre todo cuando uno de los objetivos de la campaña es acercar a las mujeres de menos recursos, la posibilidad de acceder a derechos que les han sido negados por su condición social y género femenino.
Los resultados
Hasta ahora, el movimiento Time’s Up ha sido muy efectivo en cuanto a la recaudación de fondos para ayudar a las mujeres afectadas psicológicamente o que han perdido sus empleos por denunciar acoso en sus lugares de trabajo. Ya han hecho público que superaron su expectativa inicial de recaudar 15 millones de dólares gracias a donaciones de casi 10 mil personas de más de 60 países entre las que se encuentran personalidades como Selena Gómez quien donó todas sus ganancias por su participación en la película “A rainy day in NY”, dirigida por el célebre Woody Allen, quien, por cierto, también ha sido blanco de acusaciones por acoso sexual.
Moda con propósito a lo criollo
En Venezuela no es la campaña Time´s Up quien ha usado la moda como canal de comunicación. Durante la ola de protestas registradas en el país durante el 2014, varias fueron las marcas de emprendedores que usaron su vitrina para recaudar fondos para ayudar a las víctimas de los abusos de la represión o simplemente para levantar su voz en contra de la situación social del país y difundir un mensaje nacionalista.
Las marcas Masterpiece (@masterpiece.ve) y Melao (@estilomelao) fueron embajadoras dentro y fuera del país de este movimiento de resistencia.
PUBLICADO: 07 de febrero de 2018