La reina del Soul murió a los 76 años, en medio de la consternación universal. Pocos recordaron que fue imagen de grandes marcas y quizás menos aún repararon en que su fallecimiento se produjo a pocos días de cumplirse medio siglo de su única visita a Caracas.
Hace exactamente 50 años, Aretha Franklin estaba preparando un viaje a Caracas; de hecho, aterrizó en Maiquetía con su batería de músicos y coristas el 29 de agosto de 1968.
La reina del soul -sin comillas, porque serían ofensivas- se presentó en el Hipocampo, un importante club nocturno que quedaba en Chacaíto, donde alternó con Henry Stephen y "Los Honda", según reseña la edición del día de El Universal.
Pero, donde su voz causó sensación fue en el Show de Renny, el programa por el que pasaban las grandes estrellas internacionales en una Venezuela donde la renta petrolera daba para eso y más.
La cantante llegó bajo la sombra de Respect, un himno del feminismo que, curiosamente, había sido compuesto y grabado previamente por el malogrado Ottis Redding.
Este 16 de agosto, a pocos días del medio siglo de aquel viaje, Aretha Franklin falleció.
Con todo en contra, esta intérprete fue redimida por la fuerza de su voz y la perfecta convicción de su interpretación, aparte de un estilo personalísimo que nadie pudo imitar.
La mayoría de las notas que aparecen en Internet, a manera de homenaje y obituario, hablan de su biografía que comenzó con mal pie, pues quedó embarazada siendo una adolescente y sufrió malos tratos de su padre, predicador y extraordinario cantante, y su primer marido.
Tampoco fue fácil su ingreso al mundo musical. La verdad es que no reunía los requisitos del estereotipo para triunfar, pero su voz, ese derroche de energía perfectamente afinada que emergía de su cuerpo en escalas increibles, se impuso.
Luchadora por los derechos civiles, religiosa convencida, Aretha Franklin también fue una astuta mujer de negocios. Como pocos, sabía ponerle valor a su talento, y lo llevó más allá de la música. A la publicidad, por ejemplo.
Aretha Franklin fue imagen de American Express, la petrolera Amoco, la marca de chocolates Snickers de Mars Incorporated, Pepsi, Chevrolet, y de Pizza Hut, entre otras marcas importantes.
Ganó 18 premios Grammy y fue la primera mujer elevada al Salón de la Fama del Rock and Roll, el 3 de enero de 1987. Para muchas publicaciones fue una de las más grandes cantantes del siglo XX.
Vendió más de 10 millones de discos y su influencia llega tan lejos que hoy los más célebres músicos del planeta y tres presidentes de Estados Unidos -Barack Obama, Bill Clinton y, para no creerlo, Donald Trump- le rindieron tributo.
Obama escribió: "capturaba la plenitud de la experiencia americana, desde lo más bajo hasta lo más alto. La posibilidad de reconciliación y trascendencia a través de las canciones”.
Aretha Franklin es, en definitiva, parte de la historia contemporánea de Estados Unidos, un icono que, además, era capaz de vender. En una democracia, ella que cantó en el funeral de Martin Luther King, que le puso voz al reclamo histórico de las mujeres afroamericanas, que era una diva orgullosa de su raza, también podía hacer grandes negocios, como ponerle voz a un comercial de Chevrolet o de American Express.
PUBLICADO: 17 de agosto de 2018